Usualmente para los hombres representa un gran desafío el hecho de cuidar su salud. Sin embargo, a medida que pasan los años empiezan a tener mayor interés por los chequeos de rutina.
Los hombres prefieren llevar un estilo de vida sano haciendo ejercicio y comiendo balanceado en lugar de hacerse exámenes rutinarios. El problema es que esos hábitos no forman parte de la mayoría. Muchos hombres fuman, beben, ingieren alimentos poco saludables y llevan un estilo de vida muy ajetreado.
Cuando comienzan a llegar las afecciones los hombres comprenden la importancia de visitar al médico. Ahora bien, la mejor manera de cuidarse es la prevención.
Factores de consideración
Los primeros pasos de atención de los hombres pueden basarse en el historial médico familiar. Conocer las enfermedades que han afectado a los padres, abuelos o tíos, es un paso inicial para tener un enfoque en la salud propia.
Por supuesto que esta historia no es determinante, pero puede dar una idea de los exámenes prioritarios para cada hombre.
Otro aspecto relevante es la edad. Existen algunos exámenes especiales que sólo se hacen a partir de los 40 años de edad.
Muy de la mano con este aspecto está el hecho de que algunas enfermedades son específicas del sexo masculino: cáncer de próstata y bajos niveles de testosterona. Los hombres también son más propensos a sufrir cáncer del colon o enfermedades cardiacas, ambas con posibilidad de determinarse en un estado temprano con diagnósticos a tiempo.
Chequeos rutinarios
Basado en las principales afecciones que aquejan a los hombres, existen algunos cuidados preventivos que no pueden pasar por alto:
- Examen de próstata y colon preventivos del cáncer.
- Chequeo frecuente de la presión arterial y el colesterol.
- Revisión preventiva de la diabetes.
- Análisis de osteoporosis.
- Descarte de enfermedades de transmisión sexual.
- Revisión de los niveles de testosterona.
- Atención a posibles enfermedades mentales como el estrés o la depresión.
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