Uno de los lugares más impactados en Israel por el ataque sorpresa por el grupo militante palestino Hamás, el sábado 7 de octubre del 2023, fue el kibutz Nir Oz, ubicado a una milla de la Franja de Gaza, en donde vivía una pequeña comunidad, con varias familias inmigrantes provenientes de Latinoamérica. A un año del atentado, el lugar permanece casi sin sus habitantes originales, como un doloroso recordatorio del peor ataque contra Israel en la era moderna.
Los kibutz son asentamientos pacíficos, principalmente agrícolas, que fueron fundados con un trasfondo de ideales socialista, y proliferaron en esta región del Medio Oriente, desde la primera década del siglo XX.
Actualmente, se estima que existen unos 270 kibutz en Israel. Gran parte de estas comunidades, que están pobladas por ciudadanos israelíes, están ubicadas en zonas fronterizas a los territorios palestinos como Gaza. Ese es el caso del kibutz Nir Oz.

“La peor falla que hemos tenido”
El 7 de octubre del 2023, Hamás, junto con otros grupos armados palestinos, sorprendió a Israel con una serie de ataques simultáneos contra el sur del país, a primeras horas de la mañana.
Se lanzaron cerca de 5,000 misiles, los atacantes tomaron varios puestos militares, y llegaron a múltiples kibutz en donde comenzaron a matar a la población. La mayor masacre de civiles ocurrió en el festival de música Supernova, cerca del bosque de Reeim, donde estaban aproximadamente 3,000 jóvenes.

Al final de la sangrienta jornada, unas 1,189 personas fueron asesinadas, 7,500 resultaron heridas y 251 fueron tomadas como rehenes y trasladadas a Gaza.
“Esta fue la peor falla que hemos tenido en desde la independencia del Estado Israel el año 1948, tanto en términos de inteligencia como en términos de defensa”, dijo a La Noticia el mayor del ejército, Roni Kaplan, portavoz de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI).
La ayuda tardó 7 horas en llegar
Antes de los ataques, en el kibutz Nir Oz vivían 417 personas, entre ellos, muchos inmigrantes de Argentina, Uruguay y sus descendientes. Residían en casas pequeñas, las cuales mayormente cuentan con un refugio blindado en su interior.
“En este lugar ingresaron unos 300 terroristas y además otros 600 civiles (palestinos)”, dijo a La Noticia el mayor del ejército, Roni Kaplan, portavoz de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI).

Tras el caos reinante en primeros minutos del ataque (aproximadamente a las 6:00 a.m.), las familias que pudieron se atrincheraron en sus viviendas y dentro de sus refugios, a la espera de ser rescatados por las Fuerzas de Defensa de Israel. Sin embargo, la ayuda no llegó, sino hasta siete horas más tarde.
Según el mayor Kaplan, los militantes de Hamás sistemáticamente forzaron su entrada a las casas e incluso a los refugios. En nuestra visita, pudimos ver los impactos de las ráfagas de fusil en las puertas de múltiples viviendas, así como en las paredes, donde aún permanecen manchas de sangre de las víctimas.
En algunos casos, Hamás prendió fuego a las viviendas mientras las familias del kibutz Nir Oz seguían dentro. Algunas de las edificaciones fueron atacadas con bazookas.
“Comenzaron a ir casa por casa para básicamente secuestrar la gente o asesinarla en los lugares donde la gente se encerraba, dentro del refugio. Incineraron las casas. Una de cada tres casas fueron incineradas, y todas las casas fueron atacadas, menos seis”, afirma el mayor Kaplan.

Unas 117 personas, o uno de cada cuatro habitantes del kibutz Nir Oz fue herido o muerto durante la brutal ofensiva de Hamás.
“Las edades de las víctimas oscilan entre bebés de menos de un año hasta ancianos de 95 años”, agregó Kaplan.
Según un reporte del diario Haaretz, los informes sobre el ataque en Nir Oz llegaron a la sede de la división militar local muy tarde. Cuando lo hicieron, la sede y el Comando Sur no enviaron soldados al kibutz. El incidente se encuentra bajo investigación.
Las víctimas latinoamericanas del ataque
En el kibutz Nir Oz, el inmigrante argentino, Yair Horn, fue tomado cautivo a Gaza junto con su hermano Eitan. Al igual que Shiri y Yarden Bibas y sus dos hijos, Ariel, de 4 años, y Kfir, que entonces tenía 9 meses de edad, todos argentinos.

Otro argentino, David Cunio, fue secuestrado de su casa junto con su esposa y sus hijas gemelas de 3 años. Sigue siendo rehén, aunque su esposa y sus hijas fueron liberadas en noviembre.
Pudimos entrar a la casa de Ofelia Roitman, una ciudadana argentina que fue secuestrada de su casa en el kibutz el 7 de octubre y liberada el 28 de noviembre como parte de un acuerdo de alto el fuego. A lo largo de la vivienda se pueden ver varios impactos de bala.
De los 100 rehenes que continúan secuestrados en Gaza, 15 tienen nacionalidad argentina.

¿Cuál es el futuro del kibutz Nir Oz?
Tras una cruenta guerra que ha durado 14 meses, y la muerte de 40,000 palestinos, incluyendo militantes de Hamás y civiles, el grupo fundamentalista islámico está debilitado. Múltiples fuentes, incluyendo el ministro de Defensa israelí, Israel Katz, mencionan se está muy cerca de llegar a un acuerdo para la liberación de los rehenes que permanecen en Gaza.

Mientras tanto, el kibutz Nir Oz está desolado. Grupos de personas visitan el lugar como una especie de memorial sobre los horrores del 7 de octubre del 2023.
Solo siete de los 417 habitantes originales han regresado a vivir nuevamente allí. El resto de los sobrevivientes residen en otros lugares del país, incluyendo en hoteles, en donde familias numerosas deben convivir en espacios estrechos. Sin embargo, el ruido de maquinaria de construcción que escuchamos en el sitio, nos anticipa que los trabajos de reconstrucción están en marcha.
“Nuestra mayor victoria será cuando los niños regresen a jugar aquí”, concluyó Kaplan.
