La temporada navideña es emocionalmente difícil para Griselda, una solicitante de asilo de 38 años que vive al oeste de Charlotte. Fue por esta época, hace seis años, cuando la casa de su familia fue atacada por delincuentes en el norte de Guatemala.
Sus padres murieron esa noche por heridas de bala; y ella sufrió lesiones debilitantes en un brazo y una pierna.
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“Mi mamá vendía tortillas y leña. Y mi papá sembraba maíz y frijól en ese lugar”, dijo. “Entonces ellos creían que nosotros teníamos dinero. Pero no era así”.
La familia vivía modestamente, pero alguien comenzó a enviarles amenazas anónimas. Querían una parte de sus ganancias, y la familia no pudo mantenerse al día.
La extorsión es un gran negocio en el Triángulo Norte de América Central y uno de los motores de la migración desde la región. Un estudio, realizado por Global Financial Integrity, encontró que la extorsión en Guatemala, Honduras y El Salvador ascendía a $1.1 mil millones anuales, victimizando a alrededor de 330,000 personas cada año.
Recursos asequibles para todos
Sharon Dove, abogada y directora del Programa de Justicia para Inmigrantes, escucha cientos de historias como la de Griselda, al frente del Charlotte Center for Legal Advocacy.
“Muchas de estas personas enfrentan una persecución real en los lugares de donde provienen”, dijo Dove. “Las pandillas controlan todo en las áreas de donde son”.
El centro está trabajando hacia un objetivo grande: proporcionar recursos legales asequibles a todos los solicitantes de asilo en Carolina del Norte.
Casi 1.6 millones de personas esperan audiencias de asilo en el país. Es la mayor cantidad de solicitudes pendientes registradas, según TRAC-Immigration en la Universidad de Syracuse. La disponibilidad de representación legal es un factor importante en los resultados para los solicitantes de asilo, e influye en cuales casos llegan a los tribunales.
“Aunque es un pequeño número de casos, un gran porcentaje de los casos que en realidad son adjudicados y no desestimados están representados”, dijo Dove. “La razón de esto es que tan pocas personas, un número mínimo y minúsculo de personas logran presentar un caso de asilo sin la ayuda de un abogado”.
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Oficina de abogados solicita hasta $12,000 para representar a inmigrantes
Si no hubiera sido por la sugerencia de una trabajadora social, Griselda y sus hijos habrían permanecido entre los innumerables solicitantes de asilo en el estado que no tienen un abogado que los ayude.
El primer intento de Griselda de encontrar un abogado de inmigración la abrumó. Una oficina de abogados le citó $12,000 para representar a la familia.
“No tenía fondos para hacerlo. Me regresé con lágrimas”, dijo Griselda.
Se sentía inquieta y decidió volver a una lista de abogados proporcionada por la trabajadora social de su hija. Ahí fue donde encontró el contacto de la abogada Rebekah Niblock en el Charlotte Center for Legal Advocacy. Niblock ahora representa a Griselda y su familia sin costo.
“Lo que queremos es representación para los solicitantes de asilo”, dijo Niblock. “Son pocos los recursos dedicados a los solicitantes de asilo. Es un área muy compleja y única de la ley de inmigración y muchos profesionales no van allí, lo cual entiendo. …Es muy difícil ganar un caso de asilo en cualquier parte del país, aún más en el sur donde estamos”.
Mejores posibilidades de éxito
A los solicitantes de asilo no se les garantiza representación legal. Pero 20 años de datos de tribunales de inmigración, recopilados por TRAC-Immigration, muestran que las posibilidades de éxito son mucho mejores con un abogado.
Para los solicitantes con representación, casi la mitad obtiene asilo. Sin ella, solo el 15 % logra el asilo.
En Charlotte, los números son peores. Las tasas de aprobación caen al 15 % para los solicitantes representados y al 5 % para los no representados.
“Diría que no está a su favor si son solicitantes de asilo en Charlotte”, dijo Niblock. “Es difícil encontrar suficiente representación en esta área a diferencia de la ciudad de Nueva York o Chicago, donde hay muchos más abogados de inmigración o programas pro bono mucho más sólidos en algunas de las organizaciones sin fines de lucro más grandes”.
¿Representación pro bono?
El Charlotte Center for Legal Advocacy ha estado trabajando para cerrar la brecha de representación a través de clínicas legales gratuitas, consultas fuera de la corte de inmigración y un programa de representación pro bono. Las asociaciones con facultades de derecho y abogados externos están ayudando a desarrollar la capacidad. La tecnología es un componente importante, explicó Dove.
“En este momento estamos involucrados en la expansión del programa, facilitada en gran medida por la tecnología”, dijo Dove. “Tenemos Teams, Zoom y WhatsApp. Nuestro programa puede facilitar una consulta con un inmigrante en la corte de inmigración y el abogado en Raleigh o donde sea”.
Para Griselda, encontrar un abogado pro bono ha sido una oportunidad para tomar el camino correcto.
“Tengo fe en Dios”, dijo Griselda “y después en mi abogada Rebekah”.
Con Niblock y la ayuda del centro, Griselda y su familia no solo han obtenido representación legal. También se conectaron con otros recursos, como la terapia y planes de salud.
Griselda ahora sueña con el futuro
“Haber venido acá Dios nos bendijo porque a mi se me ha quitado un poco el miedo de que a mis hijos les pueda pasar algo,” dijo.
Le gustaría aprender a administrar un negocio y vender su comida, como lo hacía su madre. Ella imagina tener su propio local para vender tamales al estilo guatemalteco.
El Departamento de Justicia rechazó nuestra solicitud de entrevista para hablar sobre la corte de inmigración de Charlotte.
Esta historia fue producida mediante una colaboración entre WFAE y La Noticia. Puedes leerla en inglés en WFAE. This story is available in English on WFAE.