Un espacio de unos 300 metros del criticado e inconcluso muro fronterizo de Donald Trump en el área de Arizona está siendo cerrado.
El estado empezó a colocar contenedores de carga para cerrar una de tres brechas en el muro fronterizo cerca de la comunidad agrícola de Yuma. Los huecos suman unos 914 metros (3,000 pies) que deberán ser cubiertos por completo.
"El gobierno federal se ha comprometido a hacerlo, pero no podemos esperar a que actúen",
dijo Katie Ratlief, subjefa de despacho del gobernador republicano Doug Ducey.
Tras colocar los contenedores se levantarán 1,2 metros (4 pies) de alambre de púas. El objetivo de esta medida es detener a los migrantes que usan esa zona con mayor facilidad debido a la falta de una debida contención. El área es ahora uno de los corredores más transitados para los cruces ilegales.
Los muros improvisados son de unos 18,3 x 2,7 metros (60 x 9 pies). No obstante, la instalación de los contenedores se lleva a cabo sin un permiso explícito en tierras federales. Este proyecto cuesta alrededor de $6 millones y se tomarán de los $335 millones que la legislatura autorizó en junio para construir vallas virtuales o físicas a lo largo de la frontera con México.
John Mennell, un vocero de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés), dijo que la agencia acababa de enterarse de dicha acción de Arizona y “no está preparada para hacer comentarios en este momento”.
Arizona quiere que el muro fronterizo les ayude con la política migratoria
La decisión de cerrar los huecos fue tomada después que se anunció que el programa “Permanecer en México” terminaría esta semana, dijo la principal abogada de Ducey, Annie Foster.
Dicho programa exige que los solicitantes de asilo regresen a México y esperen su cita con la corte, aunque miles de migrantes que logran entrar en Estados Unidos no son devueltos.
En los últimos meses, Arizona ha enviado a solicitantes de asilo desde Yuma a Washington, ya que el número de migrantes que llegan supera los recursos locales.
Ducey puso en marcha el programa en mayo y afirma que todos los que viajan a la capital van voluntariamente, con destinos finales en ciudades de la costa este de Estados Unidos.
Texas también está enviando migrantes en autobuses al este, y el mes pasado los alcaldes de Nueva York y Washington solicitaron ayuda federal para hacer frente a la llegada de dichos migrantes, una petición que fue bien recibida por los republicanos, que dicen que es prueba de que Estados Unidos enfrenta una crisis migratoria.
Hasta el 11 de agosto, el estado de Arizona había enviado 1,425 solicitantes de asilo a Washington, según la oficina del gobernador.
Ducey, quien copreside la Asociación de Gobernadores Republicanos, y otros miembros de su partido han usado la seguridad fronteriza como un potente elemento político en un año electoral.
“Arizona no se quedará de brazos cruzados mientras la administración Biden no hace su trabajo ni protege a nuestro estado ni a la nación del peligro claro y presente de una frontera insegura”, manifestó Ducey en una carta de firma del presupuesto.
Muro de Trump es un peligro para migrantes
El Departamento de Seguridad Nacional planeó obras para cerrar cuatro amplias brechas en el muro cerca de Yuma con el fin de proteger a los migrantes, que pueden resbalar por una pendiente o ahogarse al caminar por un tramo bajo del río Colorado.
El secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, autorizó en julio la finalización del proyecto cerca de la presa Morelos, una medida que, según los funcionarios, refleja la “prioridad de la administración de desplegar medidas fronterizas modernas y eficaces, y también de mejorar la seguridad a lo largo de la frontera suroeste”.
Arizona señala el aumento en el número de migrantes que llegan al estado y el contrabando de drogas que lo acompaña como una de las principales razones de su decisión.
Los agentes fronterizos hicieron más de 160.000 detenciones de migrantes entre enero y junio en el sector Yuma, una cifra casi cuatro veces superior a la del mismo periodo del año pasado. Los únicos dos sectores de la Patrulla Fronteriza con mayor actividad fueron Del Rio y Rio Grande Valley, en el sur de Texas.