Alexander Martínez huyó de la homofobia, la persecución del gobierno y la famosa pandilla MS-13 en El Salvador, pero en suelo estadounidense encontró abusos y acoso en el sistema de detención de inmigrantes.
Contó su historia en una entrevista a The Associated Press en el Correccional Winn de Luisiana, no sin antes advertir sobre su inestable condición emocional.
Me veo emocionalmente inestable porque he sufrido mucho en la detención. Nunca imaginé ni esperé recibir este trato inhumano".
La odisea de Martínez incluye haber estado detenido en seis centros distintos en tres estados desde que cruzó la frontera de forma ilegal en abril. Por otro lado, en algún momento se contagió y superó el COVID-19. Y como si el drama fuera poco dice que recibió insultos racistas y abusos de guardias y sufrió acoso de otros detenidos por ser homosexual.
¿Por qué Martínez sigue detenido?
El salvadoreño, de 28 años de edad, superó la entrevista del "miedo creíble" en mayo. No fue difícil debido a que era blanco de persecución en su país de origen. El problema es que el ICE cree que él pertenece a la pandilla MS-13, según dicen sus abogados.
Esa versión no pudo ser confirmada pues los agentes del ICE en Nueva Orleans declinaron hacer comentarios sobre el caso de Martínez. Tampoco sobre las preocupaciones específicas por el trato que reciben los presos en Winn.
Martínez dijo que tuvo que huir de El Salvador después de recibir amenazas de muerte porque declaró contra la pandilla en la investigación de la muerte de un amigo. Contó que los investigadores intentaron que declarase en otros casos de asesinatos relacionados con las pandillas, pero él era reacio porque no había presenciado esos crímenes.
Tenía mucho miedo. Les dije a los investigadores que dejaría el caso. Ya no quería pasar por el proceso porque no quiero que hagan daño a mi familia, ni a mí", explicó.
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Un inmigrante bajo el acoso
Winn, uno de los centros de detención del ICE más grandes del país, provoca indignación entre defensores de los derechos civiles. Biden ha recibido presiones para cancelar el contrato del gobierno con el centro debido a abusos, negligencias médicas, racismo y otras formas maltrato en el recinto. Sin contar con la ubicación inapropiada en medio de un denso bosque en la Luisiana rural y rodeado de alambre con cuchillas.
Martínez pidió estar en aislamiento en el centro porque teme por su seguridad.
Dos detenidos que le acosaban por ser gay fueron trasladados, pero dijo que después los agentes del ICE le enviaron a un módulo de más seguridad donde hay muchos detenidos relacionados con las pandillas.
Como un inmigrante detenido pasa la mayor parte de sus días en la celda, con acceso limitado a comunicaciones y ocio.
Es muy difícil y miserable, y estoy solo todo el tiempo. Soy una buena persona. Este trato es inhumano".
El salvadoreño quiere instalarse en San José, California, donde un amigo prometió ayudarle a conseguir trabajo. Su idea es enviar dinero de vuelta a El Salvador para ayudar a su madre, que padece cáncer, y a su hermana menor que está en la universidad.
Sólo quiero lo que quiere todo el mundo”, dijo Martínez. “Salir, ser libre y ayudar a mantener a mi familia".
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