El frío del invierno se escurría por los árboles para avisar el inexorable comienzo de un nuevo ciclo, pero la primavera nunca llegó para Germán Quiroga.
El 2015 estaba floreciendo, pero el motor de su auto permaneció congelado.
Germán había recién conseguido un sexto lugar en la NASCAR Camping Truck Series, que hasta entonces era el mejor resultado para un latino en algún campeonato de esa categoría.
Entonces, su principal patrocinador decidió no continuar apoyándolo.
Por lo que permaneció en la congeladora, a la espera de que una nueva luz alumbrara su camino.
Quiroga ya estaba asentado en Charlotte, Carolina del Norte.
La tranquilidad de esa ciudad le permitía tener un estilo de vida idóneo para desarrollar al máximo su estado físico con la esperanza de estar listo para volver al ruedo y domar a las máquinas.
Tal y como era su costumbre.
“(Charlotte) tiene algo muy especial que para mí es importantísimo”, dice a La Noticia el piloto de 41 años.
“Yo hago mucho ejercicio al aire libre, de igual forma, familiarmente nos gusta mucho estar afuera”.
“Hay muchas opciones de estar afuera, obviamente para verano y para invierno; para estar en las montañas en bicicleta, para correr y para nadar”.
El mexicano Germán Quiroga hizo de Charlotte su hábitat
Nacido en la Ciudad de México el 29 de mayo de 1980, hace exactamente 41 años, Germán se enamoró de Charlotte como dos jóvenes en un salón de clases.
Ocurrió de súbito, tan pronto desempacó sus maletas para cumplir el sueño de correr en la NASCAR de Estados Unidos.
Por lo que cuando tuvo que poner freno a su carrera debido a la falta de apoyo, no dudó en segundo en permanecer ahí, donde encontraba su plenitud.
“Hay muchas opciones y cosas que se pueden hacer”, asegura.
Entonces, una vez que las circunstancias no eran las mejores para estar corriendo en NASCAR, la parte del enfoque y ejercicio y todo eso, fue lo que me impulsó a quedarme aquí”.
Germán Quiroga, piloto mexicano en entrevista con La Noticia
Y así hizo de Charlotte su hábitat, donde permanece en simbiosis con la energía de la ciudad.
“Es seguir con esa mentalidad, poder descargar mi adrenalina de alguna manera y poder seguir concentrándome en mi dedicación mental y física en lugares al exterior con la seguridad que se vive en Estados Unidos”, describe.
“Es algo que le dedico muchas horas al día y es un excelente lugar para poderlo hacer”.
Nacido en la Ciudad de México, Quiroga fue tres veces campeón de la NASCAR México antes de migrar a Estados Unidos con el sueño de trascender.
Pero luego de esperar y esperar una primavera que no tocó más a su puerta, optó por volver a sus raíces.
De vuelta a reencontrarse con sus raíces en México
Germán Quiroga decidió volver a la sucursal de NASCAR en México para reencontrarse consigo mismo y —quizás— verse en aquel espejo donde su mejor versión miró y halló el camino correcto hacia el éxito.
Lo decidió definitivamente luego de que el piloto Hugo Oliveras declinara participar en la temporada 2021 por temas de salud.
Oliveras fue intervenido quirúrgicamente por un cavernoma en el tallo cerebral que le provocó dos derrames cerebrales en noviembre de 2019.
Contra todo pronóstico, volvió a las pistas la temporada pasada, pero optó por no correr en 2021 con el afán de mejorar aún más físicamente.
Y entonces, pidió a su viejo amigo Germán Quiroga que tomara el volante de su auto.
“Fue por un tema de salud de Hugo”, dice.
“La verdad nos duele a todos, pero se dio la oportunidad de subir a su coche”.
Es una situación que conlleva responsabilidades, como que el auto número 11 nunca había sido pilotado por nadie que no fuera Hugo Oliveras”.
Germán Quiroga, piloto mexicano en entrevista con La Noticia
“Pero me dio la confianza Hugo de estar en sus zapatos y lo estoy tomando como tal; él es un gran guerrero, trabaja en su salud y es clave”.
Así, Germán comenzó a idear un plan para poder viajar a cada carrera desde su fortaleza en Carolina del Norte.
De una realidad a otra por la pandemia
Algo que ni siquiera le hubiera pasado por la cabeza de no ser porque recibió la vacuna COVID-19.
“Estoy consciente de que ha sido una enfermedad letal y hay que tomarlo como tal”, reconoce.
“Hay que tener el respeto que las autoridades vayan marcando en todos los sentidos”.
“Aquí (Carolina del Norte) se levantó y nadie usa mascarillas, he estado yendo al gimnasio y nadie usa cubrebocas”.
En efecto, el 48 % de la población adulta de Carolina del Norte está completamente vacunada.
Mientras que las muertes por COVID-19 en el estado superaron las 13,000.
“Hay gran cantidad de gente vacunada en mi estado”, comenta Quiroga.
“Pero no la mayoría, como lo marcan en 10 estados de la Unión Americana que tienen el 70 % de vacunados”.
“Sin embargo, ya se respira un ambiente mucho más tranquilo”.
Es por eso que tener que viajar a su país de origen, es hacerlo en una especie de máquina del tiempo a un pasado cercano.
Tengo que regresar a México al uso de mascarillas”.
Germán Quiroga, piloto mexicano en entrevista con La Noticia
“A portar la seguridad que pueda, pues no porque esté vacunado significa que voy a ser irresponsable tanto por mí como por los demás”.
“Hay que respetar a la demás gente, en México hay restricciones y se cumplen al 100 %”.
“Mi familia, en parte por lo que nos vacunamos, fue porque íbamos a estar viajando mucho a México”.
“Queríamos tener una seguridad extra de no tener algún problema de salud, pero tomamos las medidas necesarias”.
“Es ir evolucionando con todo el mundo, todos hemos aprendido del tema muchísimo”.
'No somos tan bien vistos los hispanos'
Y así como se adapta a este nuevo mundo con las restricciones que demanda la emergencia sanitaria aún latente, alguna vez tuvo que aprender que su nacionalidad no era precisamente bien vista en donde elegiría más tarde como su hogar.
“Tuve la oportunidad desde pequeño de viajar por muchas partes de Estados Unidos, pero la parte de Carolina del Norte, Carolina del Sur, inclusive Atlanta, es un poquito distinto”, describe.
“No somos tan bien vistos los hispanos, desafortunadamente”.
“Sin embargo, eso fue una de las cosas que yo quise hacer, junto con NASCAR, el abrir un poquito más la opción de otras culturas, de otras raíces”.
Que realmente fuera más global como lo hace IndyCar, donde hay pilotos de todo el mundo y todos son bienvenidos y todos son muy vistos por el público”.
Germán Quiroga, piloto mexicano en entrevista con La Noticia
“Aquí (NASCAR) es un poquito distinto, sin embargo, me fui ganando el cariño y el respeto de mucha gente”.
“Puedo decir que se vive un poquito diferente que si vas a Florida, donde hay muchos hispanos y cubanos, o Texas, que igual hay muchos latinos, muchos mexicanos”.
Según datos oficiales, la población latina de Carolina del Norte es de más de un millón de personas, con 1,026,000 residentes.
Es así que la población latina del estado creció de poco más de 75,000 en 1990 a 800,000 en 2010.
Pero aun así, la desigualdad racial es una herida abierta.
“Aquí en Carolina del Norte hay mucha gente (latina) de trabajo, mucha gente del campo, mucha gente de construcción porque está creciendo muchísimo”, dice Quiroga.
“Creo que nos ven un poco diferente”.
Germán Quiroga, piloto mexicano en entrevista con La Noticia
“Pero creo que nos iremos ganando nuestro respeto y cariño en esta parte”.
“No es como ir a Nueva York, donde hay 100,000 culturas ahí y nadie se mete con nadie, no somos tan cosmopolitas en Carolina del Norte ni Charlotte”.
Latinos lo hacen sentir como en casa
Es por eso que cada vez que Germán se encuentra a un compatriota por las calles de la cada vez más inmensa Charlotte, se siente como en casa.
“Sí, claro, encontrarte a un mexicano o un hispano es padre, es parte de la cultura, los ves y platicas, sea quien sea”, asegura.
“Claro que da gusto ver a gente que habla tu idioma, que a lo mejor viven las mismas circunstancias que tú o cada quién en lo que está”.
“Desde gente en construcción a gente en los bancos; hay de todo y es padre en algún lugar ver a gente que habla el mismo idioma que tú”.
“Mucha de la gente con la que tengo relación son hispanos, gente de Colombia, de Argentina, gente con la que hago ejercicio y es parte convivir con ellos y poder sentirte igual, platicar el mismo idioma”.
Germán Quiroga se convirtió a su llegada a NASCAR en el heredero de Carlos Contreras, primer piloto mexicano en el serial en 1999.
El legado de Quiroga
Y es que Germán luchó con el cuchillo entre los dientes para conseguir establecerse entre los mejores cinco pilotos entre 2013 y 2014 en su categoría.
Un auténtico pionero que busca ser recordado como lo que es, un piloto histórico que intentó abrir las puertas de la hermética NASCAR a más mexicanos.
Me gustaría obviamente ser recordado como un campeón, por supuesto, porque dedico mucho tiempo para lograrlo”.
Germán Quiroga, piloto mexicano en entrevista con La Noticia
"Y de apoyo, muchos me ven como rival o algo difícil, no es fácil para mí, pero como lo dije cuando gané, gracias al trabajo de todos los demás pilotos me impulsaron a desarrollarme más y eso me ayudó a llegar a donde llegué”.
“Ahora es lo mismo, estoy tratando de regresar donde estaba y quiero hacerlo mejor”, reflexiona.
“Tengo más experiencia, tiempo para pensar mucho las cosas que hice bien o hice mal”.
“Entonces soy mi propio enemigo porque me juzgo todo el tiempo, pero tener a rivales encima de mí me hace ser mejor y tratar de llegar a más”.
“Me gustaría ser recordado como una persona aguerrida, campeona y abierto a darles mi experiencia que viví y pueda transmitir y poder hacerlo”, puntualiza.
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