Hombres sufren el Síndrome de Peter Pan y mujeres quedan atrapadas en el Síndrome de Wendy para complacerlos. ¿Cómo saber si tienes una relación de pareja sostenida en estas afecciones?.
En el mundo real los hombres suelen aceptar más tarde que las mujeres la importancia de una familia. Sin embargo, al final los dos se dirigen hacia esa misma meta. Pero, algunas personas se quedan ancladas en especie de túnel del tiempo que termina en una relación de apego.
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El Síndrome de Peter Pan y Wendy tienen características asociadas a los personales de la película infantil. ¿Descubre por qué?.
¿Qué es Síndrome de Peter Pan?
Dr. Dan Kiley, psicólogo norteamericano denominó el Síndrome de Peter Pan a las cualidades observadas en pacientes que le impedían asumir las responsabilidades de un adulto, debido a que se negaban a crecer.
Las características de un hombre con el complejo de Peter Pan son:
- Vive como niño o en una eterna juventud que rige su modo de vida alegre y divertida.
- Tiene dependencia e inseguridad emocional, que se traducen en miedo a quedarse solo y al abandono.
- Actúa de manera egoísta dado el excesivo amor propio.
- Presenta problemas para comprometerse y asumir responsabilidades.
- No le da importancia a la necesidad de crecer y critica a quienes tienen la intención de hacerlo.
- Necesita de atención y cuidado.
- Su comportamiento refleja baja autoestima, inseguridad y bajísima tolerancia a la frustración.
¿Qué es el Síndrome de Wendy?
Por otro lado, las mujeres caen en el Síndrome de Wendy al intentar complacer las actitudes de los hombres Peter Pan. Su preocupación es hacer feliz a su pareja y para ello cede en los caprichos que tenga.
Las características de una mujer con el complejo de Wendy son:
- Tiene una conducta que simula a una madre para atender las necesidades de su pareja.
- No sabe cómo decirle que no y tiene la necesidad de sacrificarse para conceder lo que le exigen.
- Tiene sentimiento de culpa ante los reclamos de atención de su pareja.
- Se muestra arrepentida y pide perdón cuando la hacen sentir que falló ante una petición.
- Hace cualquier cosa para que tener aprobación de su Peter Pan.
- Es sobreprotectora al límite.
- Posee una autoestima baja y no sabe cómo salir del círculo maternal que la atrapa.
Vivir con estos dos síndromes lleva a relaciones que no terminan por concretarse. No encuentran un motivo para evolucionar y se estancan. A la larga, la solución es liberar el niño interno y asumir con responsabilidad la llegada de nuevos roles como adultos.