Una de las opiniones que más expresa la gente sobre temas de salud, es que “todos deberían tomar 8 vasos de agua al día para mantenerse bien hidratados”. Sin embargo, ¿Es esto cierto? ¿Ocho vasos de agua es suficiente o es demasiado?
Según el consenso de la opinión médica no existe una base científica que respalde tal afirmación.
En 1945 la llamada “Junta de Alimentos y Nutrición” de Estados Unidos había dicho que las personas debían consumir 2.5 litros de agua al día. Años más tarde los CDC afirmaron que no existe una base científica que diga cuánta agua debe beber el ser humano diariamente.
Partiendo de allí, podemos tomar este asunto desde dos puntos de vista:
1) El consumo de agua varía de acuerdo a la actividad
Las exigencias y las necesidades no son las mismas y en estos casos las personas ingieren líquidos hasta que el mismo cuerpo humano le informa que es suficiente o incluso que puede llegar hasta la saciedad.
Por ejemplo, un deportista que hace rutina diaria y cuyo entrenamiento requiere correr; evidentemente necesitará mayor cantidad de agua que una persona sedentaria.
Otro caso sería la cantidad de agua que requiere un trabajador de la construcción que está sometido a grandes esfuerzos y expuestos al calor, que una persona que trabaja dentro de una oficina.
2) Varía de acuerdo a otros factores
El segundo punto tiene que ver con un cambio de opinión en los CDC cuando ahora indica que, por ejemplo, el consumo de agua en personas entre 19 y 30 años es de 3.7 litros al día en los hombres y en las mujeres de 2.7 litros, mientras que a las mujeres embarazadas debe agregársele 0.3 litros.
3) Nos podemos hidratar con algunos alimentos
También se ha informado que para estar hidratado no sólo se puede ingerir agua propiamente dicha, sino que la misma está en diferentes porcentajes en ciertos alimentos.
Por citar unos ejemplos, este es el porcentaje de agua que hay en los siguientes alimentos:
90 - 99 %: En la leche descremada, té, café, frutas jugosas (por ejemplo, fresas y melones), verduras como lechuga, apio y espinaca.
80 - 89 %: En jugos de fruta fresca, yogur, frutas como manzanas, peras y naranjas, verduras como zanahorias y brócoli cocido.
70 - 79 %: En plátanos, aguacates, papas al horno, requesón.
60 - 69 %: En pasta, frijoles, guisantes, pescado, pechugas de pollo, helado.
30 - 39 %: En pan, bagels, queso cheddar.
1 - 9 %: En nueces, chocolate, galletas, galletas saladas, cereales.
En todo evento que implique pérdida de agua, la misma debe ser sustituida de las maneras que ya les informamos previamente. Ante cualquier duda consulte con su médico de confianza, ya que con ello evitará una deshidratación o una sobre hidratación.