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Terrorismo: De dónde viene y qué es lo que busca 1
El terrorismo gana cuando nos dejamos doblegar por el miedo, cuando nos escondemos, cuando callamos frente a la injusticia, cuando perdemos la esperanza, pues el miedo está siempre dispuesto a ver las cosas peores de lo que son realmente.

Los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001 (9/11) dejaron profundas huellas en la historia, la política, la economía y en el diario vivir de este país y de buena parte del mundo.

Las fronteras se estrecharon, las medidas de seguridad crecieron a niveles nunca antes vistos, el temor cundió. Después del 9/11 las personas comenzaron a ver con recelo a muchos extranjeros.

Luego de una cacería humana de cerca de una década finalmente fue ultimado el líder de la organización terrorista Al Qaeda: Osama Bin Laden. Con la muerte de Bin Laden ¿terminará el temor?, ¿Nos sentiremos más seguros?

El origen del terror

La palabra “terror” proviene del término latín “terroris”, sinónimo de Deimos. El dios de la guerra en la Antigua Grecia era Ares. La guerra tenía dos hijos: Phobos y Deimos (Miedo y Terror).

El escritor medieval Nicolás Maquiavelo en su clásico libro El Príncipe recomendaba a los gobernantes, que si quieren mantener el control de sus dominios “es más seguro ser temido que amado”.

La primera vez que se usa la palabra “terrorismo” (así como el término “terrorista”) fue durante la Revolución Francesa a finales del siglo XVIII, cuando el gobierno jacobino encabezado por Robespierre ejecutaba o encarcelaba a sus opositores, sin respetar las garantías de un juicio justo. Este período llamado El Terror (francés: la Terreur) duró de septiembre de 1793 a la primavera de 1794.

Según algunos historiadores, el Terror estaba caracterizado por la brutal represión de los revolucionarios mediante el recurso del terrorismo de Estado. Sin embargo fue un arma de doble filo, pues el propio Robespierre fue guillotinado, víctima de su propia ley.

¿Qué busca el terrorismo?

El principal objetivo del terrorismo es infundir miedo mediante actos violentos y llamativos. La violencia genera violencia y las cicatrices sociales pueden tardar generaciones en ser curadas.

Como hemos visto, para los antiguos griegos el terror y el miedo son hermanos. El terror gana cuando nos dejamos doblegar por el miedo, cuando nos escondemos, cuando callamos frente a la injusticia, cuando perdemos la esperanza, pues el miedo está siempre dispuesto a ver las cosas peores de lo que son.

Como sociedad no podemos rendirnos ante la violencia. No podemos seguir mirando con temor al extranjero. La mejor manera de vencer esta guerra psicológica es uniéndonos como comunidad, dejar de lado a la violencia. Conquistar nuestros propios miedos y en lugar de escondernos, darnos la oportunidad de conocernos y tendernos la mano.

Ya lo dijo el líder de la revolución pacífica de la India, Mahatma Gandhi:
“La violencia es el miedo a los ideales de los demás. Un cobarde es incapaz de mostrar amor, hacerlo está reservado para los valientes”.

Periodista, editor, asesor, y presentador. De 2016 a 2019 el periodista más galardonado en Estados Unidos por los Premios José Martí. Autor del best seller: ¿Cómo leer a las personas? dbarahona@lanoticia.com