Charlotte - Minerva Cisneros García, no será deportada, pero deberá usar un monitor electrónico en su tobillo mientras se resuelve su caso en la corte, esa fue la noticia que dieron las autoridades migratorias a la inmigrante luego de presentarse a una cita en las oficinas de Charlotte el jueves 16 de noviembre.
La inmigrante acudió a la cita con el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE), luego que un juez migratorio de Texas eliminará una orden de deportación que tenía desde el 2001, según citó su abogada Helen Parsonage.
“Tuve miedo de entrar allí porque uno no sabe lo que puede pasar.
Esperamos seguir luchando, y que pronto me quiten este aparato que de verdad pesa mucho”, comentó Minerva luego de salir de las oficinas federales.
Gran apoyo
Minerva estuvo acompañada por un centenar de personas, en su mayoría miembros de grupos de fe de Greensboro y Winston-Salem, que marcharon y cantaron frente al edificio federal, cuestionando al ICE por querer deportar a una madre de dos niños ciudadanos y sin récord criminal.
“Estamos aquí por Minerva, y sus tres hijos, quien ha vivido desde hace 18 años en este país para brindarles un lugar seguro y libre, y que ha contribuido en esta comunidad por 18 años. También estamos aquí por una abuela que sigue en santuario en Greensboro, un pastor en un santuario en Durham, y un joven que trata de criar a su familia en Raleigh. Estamos aquí por los cientos de personas que cruzan esas puertas cada día, sin saber si saldrán y serán separados de sus seres queridos”, mencionó la pastora Julie Pepples, de la Iglesia Congregacional Unida de Cristo, que brindó “santuario” a Minerva y sus dos hijos pequeños durante cuatro meses.
En la iglesia permaneció hasta el 2 de octubre, cuando recibió la noticia de la derogación de la orden de deportación.
La inmigrante ha vivido en Winston-Salem desde hace 17 años, y trabajó en una fábrica para poder sustentar a su familia. Minerva cruzó la frontera en el 2000 para buscar una mejor vida y cuidar de la salud de su hijo Eduardo, de 21 años quien es invidente.
Minerva tendrá que presentarse con Inmigración cada dos meses para revisar el monitor electrónico, mientras se resuelve su caso en la Corte de Inmigración en una fecha que no ha sido estipulada.