Mientras que la escasez de maestros sigue siendo noticia, una pequeña escuela secundaria pública en el campus de la UNC Charlotte está preparando a los adolescentes para ingresar a la profesión.
Es la única escuela de su tipo en Carolina del Norte, y algunos dicen que podría ser un modelo para atraer a más maestros de minorías a las aulas.
Tomemos como ejemplo a Landy Solorzano, una joven de 18 años quien es estudiante y empleada de las Escuelas de Charlotte-Mecklenburg (CMS).
Parecía una maestra como las demás mientras trabajaba con 14 niños de kinder en el centro de medios de la Escuela Primaria Hickory Grove a finales del mes pasado. Mantuvo la clase bajo control, ayudó a los estudiantes a aprender las letras y los números, además reforzó las lecciones básicas sobre compartir y la bondad.
Solorzano estuvo entre los primeros estudiantes de noveno grado que ingresaron a Charlotte Teacher Early College High cuando se creó en el 2017. Rápidamente cumplió con los requisitos de la escuela secundaria y obtuvo suficientes créditos universitarios para ser contratada como asistente de maestros este verano.

El modelo de universidad temprana (conocido en inglés como “early college”) significa que puede permanecer en la escuela secundaria un año más y seguir tomando cursos universitarios sin cargo mientras adquiere experiencia laboral.
Solorzano es también latina. Los líderes de CMS y del estado dicen que están ansiosos por contratar a más educadores que son latinos y hablantes de español para servir a un segmento cada vez mayor de la comunidad.
"Hay una gran falta de color, se podría decir, en CMS", dijo Solorzano.
El 63 % de los maestros de CMS son blancos, mientras que solo el 25 % de los estudiantes lo son. En contraste, el 28.5 % de los estudiantes de CMS se clasifican como latinos, mientras que solo el 2 % de los maestros son latinos.
Solorzano, hija de educadores quienes son inmigrantes de América Latina, dice que quiere inspirar a otros estudiantes de color.
"Creo que es súper importante", dijo Solorzano. "Y creo que ese es uno de mis principales objetivos como maestra, poder demostrar que está bien, que las cosas que hacen están bien, que su cultura está bien".
Una vida universitaria temprana especial
Carolina del Norte tiene 113 escuelas secundarias públicas ubicadas en los campus de universidades e institutos universitarios. Todos están diseñados para proporcionar una introducción a la vida universitaria y ser una forma de acumular créditos universitarios mientras que se trabaja en obtener un diploma de la escuela secundaria.
Pero Charlotte Teacher Early College High, o CTEC, es la única que específicamente desarrolla a maestros potenciales.
CTEC tiene alrededor de 200 estudiantes este año. Tres cuartas partes de los estudiantes de CMS no son blancos. En CTEC, un poco más del 85 % de sus estudiantes son de color, incluido el 55 % que son afroamericanos y el 24 % que son latinos.
Anthony Graham, rector de la Universidad de Winston-Salem State, presidió un grupo de trabajo estatal centrado en atraer a más educadores de color a las aulas de Carolina del Norte. Una de sus recomendaciones fue crear más caminos para introducir a los estudiantes del kinder al 12° grado a la profesión.

Con demasiada frecuencia, dice Graham, los estudiantes de color no están interesados en enseñar porque no ven maestros que se parezcan a ellos, lo que crea un ciclo de subrepresentación.
“Entonces, esta escuela es una de esas fuerzas disruptivas, por así decirlo, que nos ayuda a pensar de manera diferente sobre cómo presentamos a los jóvenes a la profesión de enseñanza a una edad mucho más temprana de lo que normalmente lo haríamos”, dijo Graham.
Graham dice que la red de escuelas secundarias universitarias de Carolina del Norte es admirable, pero con demasiada frecuencia se enfoca en carreras de ingeniería y ciencias.
"Me gustaría ver a otras universidades, otras comunidades, otros distritos escolares a echar un vistazo a lo que está haciendo esta universidad temprana y comenzar a escalar ese esfuerzo", comenta Graham.
Graham dice que el informe del grupo de trabajo se centró ampliamente en los maestros de color. En el futuro, él sugiere que los líderes deben resaltar explícitamente las formas de reclutar educadores latinos y de minorías lingüísticas.
La enseñanza no es para todos
CTEC comparte espacio en el campus de UNC Charlotte con otra escuela secundaria de CMS que prepara a los estudiantes para la ingeniería. Es demasiado pronto para decir qué tan efectivo será CTEC en la producción de maestros, según Will Leach, director de ambas escuelas.
Los estudiantes comienzan a hacer observaciones de maestros profesionales y del aula alrededor de su tercer año (conocido el inglés como “junior year”).
“Y algunos de ellos vieron eso, 'Sí, absolutamente, quiero ser maestro'. Y algunos de ellos vieron: 'No estoy tan seguro de querer ser maestro'", dijo Leach.
Tome en cuenta que los estudiantes solicitan entradas a CTEC durante la lotería de elección de CMS cuando tienen 13 o 14 años. Y la pandemia interrumpió el trabajo de campo cuando las escuelas se volvieron remotas, luego limitó a los visitantes cuando se regresaron las clases presenciales.
Para Tylan Deams, estudiante de 12° grado en CTEC, este año brindó su primera oportunidad de trabajar con estudiantes jóvenes.

"Es como la adrenalina. Siempre me encanta", comenta Deams. "Fui a un salón de clases con un grupo de estudiantes de cuarto grado y probablemente fue lo mejor que he hecho en meses".
Los niños le pidieron ayuda con las matemáticas. Deams recordó una canción que aprendió de niña para ayudarla a memorizar las tablas de multiplicación.
"Estaba cantando canciones y bailando alrededor del salón de clases", dijo Deams. "Aprenden de alguien que interactúa con ellos, habla, baila. Eso es lo suyo".
Deams dice que a sus padres les preocupa que ella ingrese a una carrera con un salario relativamente bajo. Ayuda que dejará la escuela secundaria con aproximadamente la mitad de sus créditos universitarios obtenidos sin ningún costo.
Los graduados de este año son cruciales
El primer grupo que comenzó como estudiantes de noveno grado en el 2017 está un año por delante de Deams. Leach dice que algunos regresaron a las escuelas secundarias regulares. Siete se graduaron el año pasado, después de los cuatro años estándar de escuela secundaria.
Se espera que 32 se gradúen esta primavera, después de un año adicional. Leach dice que una docena dice que no serán maestros. Aproximadamente el mismo número están indecisos.
“Creo que estamos en una encrucijada crítica”, dijo Leach. "Tenemos que hacer muchas entrevistas de salida con este grupo de estudiantes durante las próximas semanas y meses para conocer sus opiniones sobre qué podríamos haber hecho de manera diferente. ¿Qué podría haberlos atraído más para quedarse?"

Leach dice que es una victoria enviar a los graduados a la universidad con créditos y confianza, incluso si no se especializan en educación. Pero en un sistema que ha visto aumentar las jubilaciones y disminuir la oferta de nuevos maestros, estudiantes como Tylan Deams y Landy Solorzano ofrecen una esperanza adicional.
La cantidad de títulos de educación otorgados por el sistema UNC comenzó a disminuir hace una década y comenzó a aumentar de nuevo hace un par de años. Aún así, un 20 % menos de títulos de enseñanza se otorgaron en el 2021 que en el 2011.
Lecciones de la vida real para ser un maestro
Solorzano fue contratada como asistente de maestro en la escuela primaria Hickory Grove en el este de Charlotte en agosto. Cuando la asistente de medios de la escuela se fue, le pidieron dirigir las sesiones en las que todos los niveles de grado entran a la biblioteca mientras que los maestros de clase tienen tiempo para planificar sus lecciones.
Un salón lleno de niños de kínder puede volverse ruidoso, pero Solorzano nunca parece molesta o nerviosa.
"Empecé una rutina con mis niños de kinder donde les digo que hiere mis sentimientos y ellos son muy receptivos con eso", dijo Solorzano. "Y también les da la comprensión de que algunas cosas no están bien, y cuando se sienten heridos lo pueden decir".

Un par de sus niños de kínder necesitan mucha atención para ayudarlos a mantenerse enfocados. Recientemente, uno de esos niños tuvo un mal día, a pesar de los esfuerzos de la “Señorita S”, por lo que le dijo que no recibiría el regalo que ella había traído para la clase.
“Entonces tiró una silla”, recordó Solorzano.
En CMS y en todo el país, existe la preocupación de que un comportamiento como este con demasiada frecuencia lleve a los estudiantes de color a ser etiquetados como niños malos y encaminados hacia el fracaso.
Solorzano dice que en lugar de gritarle al niño, ella le dijo: "Oye, hirió mis sentimientos que tú estés tirando mis cosas porque trabajo duro para asegurarme de que mi salón esté limpio".
Al día siguiente, al final de su tiempo en el centro de medios, la Señorita S le entregó la paleta que el niño quería el día anterior.
"¡Tuve un mejor día! ¡Hice bien!" exclamó el pequeño.
Y cuando su maestra de kinder vino a recoger a su clase, el estudiante se apresuró a compartir su victoria.
"¡Yo no tiré ninguna silla!", dijo el estudiante con orgullo. "Pero... sólo crayones".
Esas pequeñas victorias hacen que Solórzano sienta que podría convertirse en el tipo de maestra que hace la diferencia.
"Un maestro puede cambiar la vida de un niño", dijo Solorzano. "Así que creo que esa es realmente la razón por la que quería enseñar".
Sus colegas ven su potencial. La semana pasada la eligieron como maestra asistente del año de Hickory Grove.
Rompiendo Barreras
Esta historia forma parte de la serie “Rompiendo Barreras: Desafíos y oportunidades para los estudiantes latinos”. Es producida mediante una colaboración entre WFAE y La Noticia. Puedes leerla en inglés en WFAE.
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