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Carolina del Norte no investiga muertes de contratistas independientes y hay pocos inspectores
En la planta de Imperial Foods, en Hamlet, en septiembre de 1991, un incendio provocó 25 muertes de trabajadores e hirió a otros 54 en Carolina del Norte. - Foto: Jack Yates/United States Fire Administration

El sitio de construcción en Charlotte, donde tres hombres cayeron y murieron el 2 de enero, nunca había sido inspeccionado por el Departamento de Trabajo de Carolina del Norte (NCDOL por su sigla en inglés).

Eso no es raro. Carolina del Norte tiene aproximadamente solo un oficial de cumplimiento de normas por condado, para realizar inspecciones de seguridad. Muchos sitios de trabajo nunca son inspeccionados, a menos que haya una tragedia.

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Carol Brooke, abogada principal del Centro de Justicia de Carolina del Norte, dice que el estado ha lidiado con este problema desde al menos principios de los 90, cuando 25 trabajadores avícolas murieron en un incendio, mientras estaban encerrados dentro de la planta de Imperial Food Products en Hamlet, Carolina del Norte.

Al igual que el sitio del accidente fatal en Charlotte: los apartamentos Hanover East Morehead en Dilworth, la planta avícola nunca había sido inspeccionada, no hasta después de la catástrofe.

Jose Canaca, Gilberto Monico y Jesus Arevalo Olivares
José Canaca, Gilberto Mónico y Jesús Olivares murieron en una caída el 2 de enero. - Foto: GoFundMe

“Nos hemos atrasado en el número de inspectores desde el incendio de Hamlet en 1991”, dijo Brooke. “Estamos en un estado lamentable. Y realmente, no tenemos la cantidad de inspectores que necesitamos para asegurarnos de que nuestros lugares de trabajo sean seguros”.

Después del incendio de Hamlet, ocurrieron algunas cosas. El estado aprobó una legislación para proteger a los trabajadores contra las represalias cuando denuncian condiciones inseguras y aumentó el número de inspectores de seguridad de 60 a 114.

Desde entonces, Carolina del Norte ha agregado alrededor de cuatro millones de residentes, pero la cantidad de oficiales de cumplimiento de normas, que están activos, no ha seguido ese ritmo. Actualmente, NCDOL dice que solo hay 105 oficiales trabajando en todo el estado. Unos 33 puestos de inspección adicionales están vacantes.

Tampoco hay muchos de ellos que hablen español”, dijo Brooke. “Dado que nuestro estado frecuentemente emplea a hispanohablantes en industrias altamente peligrosas, eso es un problema real”.

Actualmente, apenas 11 oficiales de inspección en Carolina del Norte hablan español, dijo NCDOL. Tres de ellos trabajan en la oficina de Charlotte, la que cubre un área de 15 condados.

100 años de inspecciones

Un informe del Centro de Justicia de Carolina del Norte, publicado el 2019, encontró que ese reducido número de inspectores estatales tardarían alrededor de 108 años en llegar a cada lugar de trabajo. El autor Allan Freyer, ahora con Paragon Strategies, dijo que esto significa que muchas violaciones de salud y seguridad no se descubren hasta demasiado tarde.

“Esto es francamente el trabajo de la Asamblea General de Carolina del Norte”, dijo Freyer. “Necesitan gastar más dinero para contratar más inspectores y realizar inspecciones más frecuentes. Nada de esto funciona sin inspecciones”.

Actualmente, las empresas de Carolina del Norte designadas como establecimientos de "alto riesgo", como los sitios de construcción, se seleccionan al azar para su inspección, dijo NCDOL. Los negocios no seleccionados solo recibirán la visita de un oficial de cumplimiento de normas de seguridad, en caso de una queja, accidente o referencia.

En Carolina del Norte hay más muertes y menos investigaciones

Las multas son una forma de alentar a las empresas a autorregularse y evitar infracciones. Pero Freyer dijo que esta es un área en la que Carolina del Norte también se queda corta.

“El sistema de sanciones fue diseñado para disuadir a los empleadores de poner en riesgo la salud y la seguridad de los trabajadores”, dijo Freyer. “Sin embargo, el Departamento de Trabajo rutinariamente impuso sanciones excepcionalmente bajas, incluso en el caso de muertes”.

En 2017, por ejemplo, Freyer descubrió que en casos de muertes en el lugar de trabajo, Carolina del Norte emitió una multa promedio de alrededor de $4,100, un 75 % menos que el promedio nacional.

Esas multas se pagan al estado y no a las familias de los trabajadores. Para que las familias reciban un pago, esto depende del seguro de compensación para trabajadores, lo que puede tardar mucho tiempo en procesarse. Las empresas con más de tres empleados deben tener esta cobertura, dijo Brooke.

Pero los empleadores pueden tratar de eludir la responsabilidad clasificando erróneamente a los empleados, agregó.

“Hay muchas razones por las que los empleadores pueden clasificar erróneamente a los empleados como contratistas independientes. Sin duda es más barato para ellos. Hay menos responsabilidad por cosas como la seguridad y la salud”, dijo. “Pero una vez que sucede algo, como un accidente… y los hechos se investigan un poco más, es posible que el empleador no pueda escapar de la responsabilidad”.

La distinción entre empleado y contratista independiente es importante en casos de muertes en el lugar de trabajo. El Departamento de Trabajo de Carolina del Norte no investiga las muertes de contratistas independientes y no los incluye en las estadísticas de fatalidades. Este fue un problema señalado por Freyer en su investigación.

“Hubo cientos de muertes que no estaban siendo investigadas. Y esto fue al mismo tiempo que comenzamos a ver un aumento muy fuerte en el número de muertes”, dijo Freyer. “Entonces, menos investigaciones, pero más muertes. Algo estaba pasando.”

En 2018, por ejemplo, Freyer descubrió que hubo 178 muertes en el lugar de trabajo en el estado. De ellas, NCDOL investigó 49.

Investigación abierta

En el caso del 2 de enero en East Morehead Street, aún se desconoce cómo se clasificarán los tres trabajadores fallecidos y dónde recaerá la responsabilidad. Una investigación podría tardar seis meses en completarse.

Incluidos en la investigación de NCDOL están Old North State Masonry, Hanover R.S. East Construction y Friends Masonry Construction, donde trabajaban los fallecidos. Otra empresa involucrada en el proyecto, Lithko Contracting, no forma parte de la investigación del estado.

Ashley Hawkins del Consejo Laboral de Charlotte-Metrolina dijo que ha estado en contacto con algunas de las familias afectadas por las muertes. Ella espera, como mínimo, que se establezca un memorial para los tres hombres: José Canaca Bonilla de 26 años; Gilberto Mónico Fernández de 54; y Jesús Arévalo Olivares de 42.

“No tendríamos la Charlotte que tenemos hoy, sin la sangre, el sudor y las lágrimas de los trabajadores de la construcción”, dijo Hawkins. “Realmente creo que se debe establecer algún tipo de recuerdo para estos hombres porque la gente va a vivir en ese edificio. Nunca van a saber que se hizo tanto sacrificio para construir un lugar para que la gente viviera”.

Ninguna de las empresas involucradas en las muertes de East Morehead Street ha respondido a nuestras solicitudes de comentarios.

Esta historia fue producida mediante una colaboración entre WFAE y La Noticia. Puedes leerla en inglés en WFAE. This story is available in English on WFAE.

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Kayla Young es periodista del programa Report for America. Cubre temas de inmigración y la comunidad latina para WFAE y La Noticia. Estudió periodismo en la Universidad de Texas en Austin.