En un pequeño terreno de 75 acres en Sheldon, Carolina del Sur, se encuentra la Oyotunji African Village, una aldea religiosa y cultural que se fundó en 1970 por Walter Eugene King en honor a la región Yoruba que es del este de África y que se practica en el Caribe.
El nombre de la áldea es "Oyotunji", lo que significa "Oyo se levanta de nuevo" en referencia al Reino Yoruba de Oyo en África. La fenecida nación africana ahora se encuentra dispersada entre Kenya, Togo, Ghana y Benin, de acuerdo con la Universidad de Harvard.
La idea de fundar la aldea yoruba surgió tras estudiar las tradiciones haitianas y egipcias cuando era adolescente. El fundador de la aldea era un afroamericano que creció en Detroit. Se involucró con grupos de baile contemporaneos africanos en Nueva York hasta que viajó a Cuba para integrarse a la religión orisha. Fue el primer afroamericano en integrarse. Luego de regresar fundó el Templo Yoruba en Harlem en 1960.
Fue durante esa década que le nació el interés de construir una nación afroamericana separada del resto del sistema estadounidense, que institucionalizara las tradiciones y las culturas ancentrales.
La idea se convirtió en la Aldea Oyotunji, donde actualmente viven 200 personas en Carolina del Sur. Las 10 familias afroamericanas están gobernadas por un oba (rey), así como por un concejal comunitario.
El fin yoruba de la aldea
La educación que se ofrece desde la aldea es gracias a la organización sin fines de lucro African Theological Archministry donde sacerdotes, sacerdotisas, así como otros profesionales de la institución celebran festivales, bazares, servicios espirtuales y ritos para las personas de mayor edad. La institución tiene como norte erradicar los estereotipos negativos que existen sobre las tradiciones africanas y afrocaribeñas. Es un bastión en el que se guarda la herencia de los Yorubas en El Nuevo Mundo.
Para esta nota, La Noticia utilizó información de la Universidad de Harvard.