Las elecciones presidenciales en cualquier país siempre se prestan a la polémica. Pero ¿las votaciones en Estados Unidos del próximo 3 de noviembre podrían tornarse tan caóticas que el Ejército se vea obligado a intervenir?
La respuesta es sí, aunque no es un escenario común, las fuerzas armadas pueden intervenir en las elecciones.
Los conflictos civiles, normalmente, son jurisdicción de la policía. Adicionalmente, los gobernadores tienen la facultad de recurrir a la Guardia Nacional en conflictos estatales.
Ley de Insurrección de 1807 da luz verde al Ejército
Constitucionalmente, el Ejército existe bajo la prioridad de defender a la nación de enemigos externos; sin embargo, existe un estatuto que no es muy conocido, la Ley de Insurrección de 1807, que da el poder al presidente de Estados Unidos para desplegar el Ejército y la Guardia Nacional por los estados del país.
La opción, que luce extremista, ha sido analizada por gobernadores y líderes militares previo a las elecciones presidenciales del 3 de noviembre, que podrían tornarse conflictivas después de declaraciones de Donald Trump donde afirma que las votaciones por correo crean el escenario para un fraude electoral, por lo que podría no aceptar una derrota.
Colocar al Ejército en las casillas el día de las elecciones podría resultar contraproducente, incluso si su labor es proteger a los ciudadanos y mantener el orden, los votantes podrían sentirse intimidados.