Entre 2015 y 2017, La Escuelita Bilingual Preschool de Davidson, Carolina del Norte, atravesó meses difíciles en los cuales el presupuesto era cada vez más limitado y esto ponía en riesgo la posibilidad de seguir ayudando a niños latinos. Durante esos años, Amelia Wyatt logró lo que nadie más pudo: salvar el programa educativo y crear un cuento bilingüe sobre inmigración para niños.
Para Amelia, más que un sueño hecho realidad, “Ozzie and the Island” u “Ozzie y la Isla” es un libro sobre la experiencia de quienes dejan atrás su tierra natal para sumergirse a un nuevo mundo.
La Escuelita busca la alfabetización bilingüe celebrando las raíces latinas
El proyecto de Amelia vino poco después de que sus padres, Edna y James Wyatt, lograron llevar a cabo su plan de crear una escuela que ayude a los hijos de inmigrantes (de entre 3 y 5 años) a estar listos para ingresar al preescolar, sin que la barrera del idioma afecte su rendimiento.
“Nosotros empezamos esta Escuelita hace 10 años con el propósito de ayudar a los niños inmigrantes que empezaban muy atrás cuando comenzaban el kínder. Entonces los tomamos cuando tienen entre 3 y 5 años y los llevamos al mismo nivel que los niños que nacen y crecen en familias americanas… Esto sin olvidar su lengua materna, porque no abandonamos sus creencias, ni cultura, por eso hacemos actividades resaltando los aspectos de las diferentes culturas”, comentó Edna, Coordinadora de Relaciones Familiares de La Escuelita, a La Noticia.
En el 2013 se formalizó este proyecto que lleva como nombre La Escuelita Bilingual Preschool, que se encuentra en el Ada Jenkins Center, ubicado en: 212 Gamble St, Davidson, NC 28036. Anualmente, este programa ayuda a 30 niños de entre 3 y 5 años.
Crear La Escuelita fue lo menos complejo, pero lo más difícil fue mantenerla debido a que su presupuesto proviene de donaciones. Durante su tercer y cuarto aniversario, estas fueron muy escasas.
La meta de ayudar a niños inmigrantes la motivó a terminar el libro
“Empecé a hacer este libro cuando tenía 13 años. Siempre quise ser escritora, pero en este momento no entendí la manera de hacer un libro, solo tenía la idea en la mente de que iba a hacer esto. Al principio quise hacer un libro dirigido a adultos, pero en la medida que iba avanzando pensé que era mejor hacerlo para los niños, pensando en los niños que están en este programa y que tienen en común: una historia como inmigrantes que alguna vez los hizo sentir diferentes”, comentó Amelia a La Noticia.
Por eso, basándose en la experiencia de estos niños que muchas veces enfrentan dificultades por el idioma y la cultura y en la misma vivencia de su madre, quien se mudó de Colombia a Estados Unidos cuando era una adolescente, es que se ofreció para escribir esta historia y pintar gráficos que por sí solos narran el cuento.
“Para mí La Escuelita era muy importante y la consideraba como un éxito, pero no tenía muchos fondos y necesitaba recursos para seguir. Como vi que los adultos estaban muy ocupados haciendo su trabajo para mantener el programa y yo sentía que yo tenía el tiempo para hacer algo, por eso comencé a hacer el libro”, agregó.
Para llevarlo a cabo, Amelia recuerda que todos los días se sentaba en su escritorio y comenzaba a escribir, editar, dibujar, borrar o cambiar la información algunas veces y continuar. Aunque en varias oportunidades pensó en rendirse, asegura que saber que estaba intentando algo mucho más grande, cómo mantener a La Escuelita funcionando, fue lo que la ayudó a seguir.
“Se requiere habilidades para dibujar y escribir textos cortos pensados en niños pequeños. Fue difícil, porque como era muy joven yo tuve que encontrar y desarrollar mi propio estilo… Había momentos en los que yo creía que no me gustaba lo que estaba haciendo, pero tenía una meta más grande que yo y supuse que podía trabajar por esta idea, por esta meta afuera de mi persona”, indicó.
Amelia ganó $110,000 con su libro para La Escuelita
De acuerdo con la joven, quien actualmente está en su tercer año de Estudios Internacionales en la Universidad de Duke, al principio fue difícil vender suficientes libros para lograr abastecer a La Escuelita, pero no se rindió y comenzó a llamar la atención de amigos y conocidos de la familia hasta hacer de este cuento bilingüe un éxito.
“Con el libro, comencé a hablar con más personas que quisieran donar para este programa, y después de 8 meses logré $110,000 para apoyar el programa por 3 años y ahora estamos celebrando que el programa cumplió 10 años”, comentó.
Su madre, Edna, recordó sobre este tiempo: “La gente estaba conmovida de que una niña tan pequeña, con sus habilidades, empezará a recoger dinero. Entonces ella empezó a hacer llamadas para recolectar fondos, también hicimos un evento grande en el cual se vendieron todos sus libros. Se recolectó más de 100,000 dólares, pero además se dio a conocer a la comunidad sobre el servicio que estábamos prestando y hoy ya llevamos 10 años en esto”.
Hoy en día, Amelia estudia en la universidad, pero además continúa escribiendo y pintando, Su clave para redactar un cuento infantil es la “economía de las palabras”.
“La clave es pensar en la manera en la cual los dibujos y la historia puedan decir diferentes cosas al mismo tiempo, que él dibuja, diga parte de la historia y las palabras lo complementen. Aplicar la economía de palabras y transmitir sentimientos con las imágenes y el texto”.

¿De qué trata “Ozzie y la Isla”?
“La historia es sobre un pajarito que se llama Ozzie y es un extranjero en una nueva isla. La historia está inspirada en mi mamá, quien es inmigrante, y en los niños que estudian en la Escuelita. Por eso, la historia de Ozzy es similar a la historia de estos niños y mi mamá. Me pareció importante que con este cuento puedo mostrarles que hay otros como ellos que a veces se sienten diferente por la cultura y el idioma. Toda la historia del libro se enfoca en esto”, adelantó Amelia.
Actualmente, Ozzie y la Isla se encuentra disponible y tiene un precio de $15. El libro cuenta con texto en inglés y en español e imágenes para que los más pequeños puedan entender de lo que trata. Para comprarlo, visita el siguiente enlace.
“Todo este fondo que se consigue con la venta del libro va directamente a La Escuelita. Mi meta es apoyar a La Escuelita porque es un programa muy importante para ayudar a niños inmigrantes latinos para que empiecen el preescolar al mismo nivel que los niños que nacen aquí y tienen la ventaja de crecer y hablar idioma en casa y en clase”, comentó.