
La Dra. Sheila Garcia Santana siente una gran pasión por ayudar a la comunidad latina. Ella llegó a Carolina del Norte en julio del 2020 y ya se siente parte de la comunidad. La oftalmóloga, con especialidad en la retina, se unió al Instituto de Retina de las Carolinas en Charlotte, como su cuarto médico y cirujano con el deseo de atender a la comunidad latina. Ella está especializada en enfermedades de la retina.
Originaria de San Juan, Puerto Rico, García Santana nació en una familia trabajadora, con madre maestra y padre empleado del gobierno federal. Terminó con muchos sacrificios su educación básica y decidió estudiar medicina en la Universidad de Puerto Rico. Después eligió especializarse en oftalmología y terminó su residencia en la Universidad de Boston. Realizó el internado en medicina en la Universidad de Harvard e hizo el internado en medicina interna.
Nació su pasión por ayudar a inmigrantes y minorías
“Fue una experiencia muy linda porque en el área de Boston hay muchos inmigrantes. Ahí desarrolle una pasión por cuidar inmigrantes y minorías y eso se quedó conmigo”, recuerda García Santana.
La Dra. García después asistió a la Universidad de Yale para hacer su especialidad en retina. Fue en ese sitio cuando conoció a su esposo, que es originario de Kentucky.
Poco tiempo más tarde se mudó a un pueblo pequeño de Kentucky, con principalmente gente blanca y en donde no viven muchas minorías. “Fue difícil introducirme como doctora, siendo mujer, latina y minoría. Muchas veces los pacientes tienen ciertos prejuicios y desean que los atienda un doctor que sea hombre, de raza blanca y de mayor edad. Entonces uno tiene que trabajar con esos prejuicios y racismo”, recuerda García Santana.
Pero gracias a su trato y profesionalismo fue acabando con los prejuicios de sus pacientes hacia la comunidad latina.
“En Charlotte a la gente no le sorprende ver a una doctora latina”
Después de Kentucky, García deseaba vivir en una comunidad que tuviera más latinos, “más gente como yo”, dice. Entonces tuvo la idea de mudarse a Charlotte. “Es una comunidad en la que muchos puertorriqueños se están mudando…otros hispanos también. Y queda mucho más cerca de casa, así que me mudé con mi esposo y mi niño”, comenta.
Su experiencia en Charlotte ha sido muy buena ya que a la gente no le sorprende ver una doctora latina. En el corto tiempo que ha estado aquí ha visto a muchos pacientes latinos. “Ellos están muy agradecidos de tener una doctora latina, que habla español y que los puede entender”, comenta la Dra. Para ella es de gran satisfacción poder ayudar a esos pacientes latinos que no hablan inglés y que necesitarían un intérprete en otros casos.