La mayoría de la población está acostumbrada a tratar el tema de la medicina preventiva aplicado a las enfermedades comunes, en pocas ocasiones se pasean por la situación de que nuestro cerebro es susceptible de padecer problemas de salud mental.
De acuerdo a una información suministrada por la UNICEF, para finales del 2019 más del 20% de los adolescentes en el mundo sufrían de trastornos mentales, el suicidio era la segunda causa de muerte entre jóvenes de 15 a 19 años y el 15 % de la población juvenil que viven en países de medios o bajos ingresos han pensado en la posibilidad de suicidarse.
Y a ello tendríamos que agregarle las consecuencias dejadas por el COVID-19, producto del aislamiento preventivo en los hogares en donde en muchos casos fueron expuestos a violencia física, psíquica y sexual.
Señales de alerta
De acuerdo al Instituto Nacional de Salud Mental (NIMH), los padres deben ponerse en alerta cuando los niños presentan: Rabietas o están muy irritables; cuando hablan frecuentemente de tener miedo o preocupaciones; refieren dolor de estómago o de cabeza sin causa conocida; manifiestan insomnio o pesadillas cuando pueden dormir, no juegan con otros niños, baja considerablemente el rendimiento en la escuela y cuando hacen acciones repetitivas.
Para el caso de los niños mayores y adolescentes cuando expresan pérdida de interés, poca energía, duermen mucho tiempo, les gusta estar solos, participan en acciones que impliquen riesgos, tienen pensamiento suicida y en ocasiones manifiestan que alguien está tratando de controlar sus mentes.
Los padres al notar alguna de estas situaciones, deben conversar con los profesores donde el hijo estudia y con el médico de confianza para que éste los refiera a un centro especializado donde le harán entrevistas tanto al hijo como a sus progenitores.
Tratamiento
En cuanto al tratamiento hay que decir que hoy en día se actúa en cuatro segmentos:
La Psicoterapia la cual se aplica a padres e hijos y que ha dado buenos resultados.
El Tratamiento Farmacológico que se basa en antidepresivos, los llamados estabilizadores del estado de ánimo y los estimulantes.
La Consejería familiar que ayuda a las familias a comprender el problema y
El Apoyo a los Padres donde juega un papel fundamental la capacitación de los mismos para manejar la situación correctamente.
Si necesita este tipo de ayuda puede llamar a la línea gratuita del “NIMH” al 1-866-615-6464, escribir al email: nimhinfo@nih.gov o entrar al portal web: nimh.nih.gov donde en la parte inferior tiene la sección CHAT ONLINE donde será atendido inmediatamente.