La capital de Japón, Tokio, y tres prefecturas cercanas pidieron al gobierno nacional que declare el estado de emergencia para frenar la propagación de la pandemia del coronavirus. La vocera en representación del grupo fue la gobernadora de Tokio, Yuriko Koike.
En el nombre del respeto a la vida, hicimos este pedido juntos", dijo Koike tras reunirse con el ministro a cargo de las medidas contra el COVID-19, junto a los gobernadores de Saitama, Chiba y Kanagawa.
Japón está enfrentando un incremento en el número de casos de coronavirus, especialmente en zonas urbanas. Particularmente Tokio batió su récord diario de contagios con 1,337 nuevos pacientes en Nochevieja.
La petición urgente de establecer medidas toca la preocupación en torno a la organización de los Juegos Olímpicos, demorados hasta julio, que supondrán la entrada de 11,000 deportistas, además de miles de funcionarios y reporteros al país.
El coronavirus no sabe de calendarios”, manifestó Koike refiriéndose a las preocupación por el aumento de los contagios durante las vacaciones de Ano Nuevo. “Los hospitales se están llenando, afectando a la atención médica para todos".
El ministerio explicó que, aunque las dos partes estuvieron de acuerdo en que la situación era crítica, consultará a expertos antes de tomar ninguna decisión.
Estado de emergencia será vital por falta de otras medidas
En parte la situación se agravó por la falta de alguna cuarentena durante la pandemia. En su lugar hacen malabares con la necesidad de mantener la economía operativa y los riesgos sanitarios. Por otro lado, las advertencias que han emitido no conllevan sanciones, restando la importancia al cumplimiento de normas.
El gobierno ha enviado además mensajes contradictorios con una campaña de descuentos para incentivar el turismo nacional, que más tarde fue suspendida.
El primer ministro, Yoshihide Suga, ha sido criticado por lo que algunos ven como mala gestión de la pandemia. Hasta el momento, Japón ha registrado más de 3,500 muertes relacionadas con el coronavirus.
Otros países de la región también enfrentan ola de contagios
Por su parte, Corea del Sur ampliará las estrictas medidas de distanciamiento social hasta el 17 de enero para frenar el aumento de los contagios. Confirmó además los primeros casos de la variante del COVID-19 aparentemente más contagiosa detectada en Sudáfrica.
Corea del Sur reportó 824 nuevos casos, que elevaron el total nacional a 62.593, con 942 decesos. Fue la primera vez desde el 28 de diciembre que el país estuvo por debajo de los 800 contagios diarios. La región de Seúl está en el centro del brote, con alrededor del 70% de los casos.
En China, la ciudad nororiental de Shenyang realizaba pruebas de detección del virus a millones de residentes luego de un pequeño pero consistente aumento de los casos. En Beijing se hacen pruebas de emergencia a más de un millón de personas tras la aparición de un pequeño foco en los suburbios del noreste.
Alerta ante otra posible ola de contagios, las autoridades están pidiendo a decenas de millones de trabajadores migrantes que no se desplacen durante las vacaciones del Nuevo Año Lunar el próximo mes, que suele ser la mayor migración humana anual del mundo.
China reportó el sábado 22 casos, incluyendo 14 importados. En total, el país ha confirmado 87,093 contagios y 4,634 muertes, aunque algunos cuestionan si esas cifras subestiman la realidad del brote en la nación.
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