Translate with AI to

Maleja Rueda estaba inconsciente cuando la encontraron tirada en el suelo del apartamento donde vivía, apenas unos días después de que su novio dejara de responder sus mensajes justo antes de encontrarse en el altar. La colombiana había quedado huérfana años atrás, y por eso, cuando su pareja le juró sobre la tumba de su madre que la cuidaría por siempre, no le pasó por la cabeza que la abandonaría en pleno día de su boda.

De acuerdo con la mujer nacida en Cali, Colombia, había conocido a John Jasel tres años atrás a través de Facebook. Poco después, el escritor latino originario de Wilmington, Carolina del Norte, viajó unas 2,126 millas (3,421 kilómetros) hacia el país cafetero durante sus vacaciones con tal de conocerla en persona. Fue amor a primera vista, pues siempre se comportó como un hombre que le inspiraba confianza y la enamoró a través de sus poemas.

“Esto (ruptura) sucedió hace más de 30 días. Me sentí mal desde el momento que me bloqueó (de redes sociales) y a partir de allí comencé a perder peso bastante rápido, al punto de no poder caminar sola”, cuenta Maleja, desesperada, a La Noticia. “Mi madre de crianza me encontró tirada en el suelo de mi antiguo apartamento casi moribunda; me llevaron por urgencias y estuve cuatro días sin dormir, delirando y llena de medicamentos”.

Depresión y medicamentos

Los doctores en la Unidad de Cuidados Intensivos de su país diagnosticaron que sufría depresión, por lo que le recetaron Clonazepam, un medicamento para prevenir y tratar convulsiones, ansiedad, trastorno del movimiento conocido como acatisia, ataques de pánico y depresión, como era el caso de Maleja. Así fue como clínicamente intentaron contrarrestar los efectos del problema mental generado –seguramente– en su cuerpo a consecuencia de esa decepción amorosa.

“Los que rodeaban mi entorno y los doctores pocas esperanzas daban”, asegura la mujer de 26 años. “Los psiquiatras solo dan medicina y dicen que es una depresión y una pena moral muy grande. Pero es que no solo se llevó todo, sino que hizo un juramento sobre una tumba muy valiosa para mí. Ahora no puedo descansar en paz ni mi difunta madre ya que las pesadillas son constantes. Me medicaron, pero la verdad no (le ha ayudado) ahora solo quiero suicidarme y creo que pronto lo haré”.

Podría ser de tu interés:

https://lanoticia.com/noticias/latinos-tiene-gran-necesidad-de-atencion-en-salud-mental-pero-hay-muy-pocos-profesionales-bilingues/

Según su perfil de Facebook, John estudió mercadotecnia en la Universidad de Hawaii- West Oahu y en la Universidad Metodista. Sin embargo, aunque ejerce su profesión a través de una consultoría enfocada a impulsar pequeños proyectos de emprendimiento de la comunidad latina de Fayetteville, su verdadera pasión se encuentra en las letras, como lo evidencia la colección de libros publicados a su corta edad.

Su más reciente obra aborda el amor en sus diferentes matices y cuya inspiración, según Maleja, fue su relación idílica. La Noticia intentó comunicarse con John sin éxito, por ende, los nombres de las personas involucradas fueron alterados.

¿Una historia verídica? Lo que importa es atender el problema

“La persona que me hizo ese daño, ‘su libro’ –no tengo cómo desahogarme y la verdad poco me interesa en este momento, pero personas así no necesitamos en el mundo–, lo escribió haciendo daño y robando ideas”, denunció Rueda en un mensaje en el que narró su ruptura a través de redes sociales. “Este es el resumen de esto, si se puede llamar vida”.

Esa publicación generó una conversación polarizada entre quienes creían en la versión de Maleja y los que no. Sea como fuere, la mujer latina dio con su testimonio una muestra de lo delicados que pueden ser los problemas mentales, que ponen en riesgo la vida y deben atenderse rápidamente, más allá de debatir entre si es verídica o no la historia contada por una persona que pide ayuda a gritos.

El suicidio es un hecho humano y, como fenómeno en sus diversas manifestaciones, si las intervenciones de apoyo no tienen el alcance esperado es preciso poner en cuestionamiento a las teorías que las orientan y sostienen a través del contraste con otras perspectivas teóricas, que produzcan un efecto de comprensión, ya que es fundamental actuar de inmediato para evitar un problema mayúsculo.

Aprender a escuchar a alguien que está pasando por un dolor emocional, que la única solución es tratarla. Es clave que como comunidad aprendamos a reaccionar de una manera abierta, que a veces lo único que necesitamos hacer es escuchar y no hablar”, sugiere Camila Pulgar, terapeuta, investigadora y consultora de Salud Mental Health, PLLC. “La clave en esto es decirle ‘siéntate y cuéntame’. Escuchar es la clave”.

Problemas mentales, un fenómeno que crece de forma alarmante

Según cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año, cerca de 703,000 personas alrededor del planeta se quitan la vida y muchas más intentan hacerlo. Por si fuera poco, según la institución, los trastornos de ansiedad han aumentado en un 25.4 % y la depresión mayor, como le pasó a Maleja, en un 27.6 %. Este panorama es aún más sombrío, pues la estancia de adolescentes en centros psiquiátricos creció de manera estrepitosa.

Podría ser de tu interés:

https://lanoticia.com/opinion/no-paran-los-tiroteos-masivos-es-un-tema-de-salud-mental-o-de-acceso-a-las-armas/

“Siempre fui sola, mi madre murió y él (expareja) juró sobre la tumba de ella. Es algo muy bajo, a mi parecer. Mi mamá de crianza fue por casualidad a mi apartamento y me encontró medio muerta, estuve un par de días en la Unidad de Cuidados Intensivos. Puedo agregar que pronto me suicidaré, ya no vale la pena nada. Espero que realmente mi historia llegue a otros, ya que es lo último que viviré”, advierte la latina.

La teoría del suicidio

El suicidio ha sido tema de estudio a lo largo de la historia de la humanidad debido a la complejidad que rodea este acto. Con el libro Le Suicide: Étude de sociologie (1897), el sociólogo, pedagogo y filósofo francés Émile Durkheim (1858-1917) fue pionero en analizar el tema del suicidio desde un punto de vista sociológico y no como un fenómeno psicológico o con connotaciones moralistas.

Segmentó este fenómeno en cuatro tipos: Suicidio altruista, Suicidio egoísta, Suicidio anómico (véase anomia asiliente) y Suicidio fatalista, para tratar de explicar cómo cada contexto lleva a la persona a intentar quitarse la vida.

Edwin S. Shneidman (1918−2009), conocido como ‘El Padre’ de la suicidología contemporánea, consideraba este acto como la consecuencia de los efectos que las dinámicas sociales tienen sobre la psique individual. Por ello, propuso explicar el suicidio como una reacción ante un dolor psicológico resultante de las necesidades insatisfechas de la mente.

Por su parte, el filósofo y escritor ganador del premio Nobel de literatura, Albert Camus (1913-1960) describió que "no hay más que un problema filosófico verdaderamente serio, y ese es el suicidio”, al principio de su ensayo titulado El Mito de Sísifo (1942), para definir este enigma que en la actualidad se ha convertido en otra pandemia, mucho más sigilosa y repentina que la del coronavirus.

El suicidio desde la perspectiva del psicoanálisis de orientación lacaniana —es decir, con base en la postura del psiquiatra y psicoanalista francés Jacques Lacan 1901-1981)—, postula que los hechos de la psicología humana no son concebibles si está ausente la función del sujeto definido como efecto del significante. Para el psicoanálisis lacaniano, la emergencia del sujeto está condicionada por la preexistencia del lenguaje, es decir, ahí se define al sujeto como la consecuencia de la afectación del lenguaje sobre la persona.

“Creo que el suicidio es un tabú, que tiene mucho que ver con la religión”, zanja Pulgar Guzmán. “En Latinoamérica son muy católicos, la conexión y devoción a la iglesia nos hace sentir culpables de tener cualquier idea que vaya en contra de nuestro cuerpo, de la familia, de la cultura y esto te hace daño. Por eso la muerte del suicidio es tan especial en este sentido. Las muertes por suicidio les llaman el hacerse daño a sí mismo, a su cuerpo, también están entre los comportamientos del suicidio. Está muy conectada nuestra cultura y la religión, hacerse daño a si mismo va en contra de lo que nos enseña la Biblia. Culturalmente no estamos abiertos a la salud mental, dejar de honrar a nuestra familia por la vergüenza de habernos hecho daño”.

¿Y si no hay indicios de que una persona quiera suicidarse?

Pero, a diferencia del caso de Maleja Rueda, ¿cómo detectar que alguien pretende suicidarse si difícilmente da indicio alguno de querer hacerlo?

Podría ser de tu interés:

https://lanoticia.com/noticias/usa/nc/incremento-intentos-suicidio-jovenes-latinos-carolina-del-norte/

“Primero es un cambio en el comportamiento, despierten su sexto sentido, si ven a la persona un poco extraño que lo veas negativo, ese es el cambio”, dice la especialista. “En segundo, el uso de las drogas, a veces vemos que las personas que no quieren ayuda profesional acuden a las drogas y al alcohol. Esa es una señal importante de riesgo. También todo esto tiene un rasgo de la salud mental, si alguien sabemos que tiene depresión, que sea bipolar, cosas así, es importante estar atento a esos cambios de comportamiento. Podemos ver que se están despidiendo, regalando sus cosas, esto no pasa siempre, pero son cosas para observar”.

Salud mental, un problema en Carolina del Norte

Según la versión de Maleja, se casaría con John Jasel en Colombia para inmediatamente después mudarse con él a Carolina del Norte. Para ello, acelerarían todos los procesos migratorios, en parte, con el dinero obtenido de la venta de su apartamento en Cali, mismo que ya no pudo recuperar después de haber sido abandonada por su prometido. Ahora vive con su madre de crianza, quien la ha ayudado a no perderse en el inmenso océano de tristeza que le provocó esa ruptura amorosa.

“Él (expareja) sabía que yo era sola; por eso aprovechó. Soy colombiana, fácil de engañar, ¿no?”, comenta la joven latina. “Mi mamá de crianza no quiere ni mencionarlo; amistades la verdad ya no tengo, me alejé de todos. Siempre he sido sola”.

De acuerdo con los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) los latinos de Carolina del Norte sufrieron un incremento en síntomas de ansiedad y depresión durante el año 2020. En su caso, Maleja finalmente no se mudó al estado Tar Heel, pero de haberlo hecho, se habría topado con lo difícil que es acceder a un psicólogo, o terapeuta. Ya sea por la barrera del idioma o la falta de seguro médico, pero muchas personas de la comunidad hispanohablante e inmigrantes encuentran esas dificultades.

“Si bien hay pocos profesionales bilingües, la espera podría ser de un mes o más, conectar a los seres queridos con lo profesional. En la Fundación apoyamos a familias que han perdido a seres queridos por suicidios, que es algo tan trágico. Es una pérdida de la cual no se habla, el tener una historia de haber perdido a un ser querido nos pone más en riesgo a nosotros. Yo le pondría más atención a esa persona para que tenga una ayuda profesional. El divorcio, crisis financiera, cosas así, bullying, todo eso puede poner en riesgo”, explica la especialista Camila Pulgar.

“Realmente hay muy pocos terapeutas bilingües que nuestra comunidad puede acceder”, insiste. “Sí los hay, pero pocos en comparación con estados como California y Texas. La oportunidad de acceder a la salud mental ahí para la comunidad es mucho mayor, eso hace un montón de diferencia que nuestra comunidad pueda acceder a un terapeuta que hable su idioma, que sepan la cultura y sabemos que investigaciones que la terapia ayuda a disminuir el riesgo del suicidio”.

Jóvenes de Carolina del Norte, ¿más propensos al suicidio?

Una prueba de lo que formula la latina de origen chileno es que de los jóvenes que intentaron quitarse la vida en Carolina del Norte en 2019, el 15.4 % fueron latinos, según datos de NC Child The Voice of North Carolina’s Children. De acuerdo con el Departamento de Salud y Servicios Humanos de Carolina del Norte (NCDHHS), las colaboraciones locales han sido un gran apoyo, pero aun así, el 88 % de los jóvenes en la comunidad latina tienen necesidades incumplidas en cuanto a la salud mental, toda vez que dicha cifra es superior comparada con el 76 % de jóvenes blancos, y 77 % de jóvenes afroamericanos del estado.

“En nuestra comunidad latina, en pensamientos de suicidio y actos de suicidio, es súper complejo, no es que solamente lo cause una cosa. De lo que sabemos afecta a todas las personas independientemente del país de origen, es una combinación de cosas que nos estresan. Pueden ser problemas de trabajo, en relaciones, migratorios, de no sentirse que pertenecemos a este país, y también el nivel químico. Cada uno de nosotros tenemos químicos en el cerebro que nos ayuda a moderar cómo nos sentimos. Ese se puede ayudar con medicamentos para poder balancear, es una combinación de todo”, informa Pulgar Guzmán.

En general, el suicidio es la tercera causa principal de muerte entre los jóvenes y, de hecho, una persona joven de 10 a 24 años muere cada dos días en el estado de Tar Heel por ese motivo. Según una encuesta de 2019 realizada por los CDC, el 18.9 % de los jóvenes de secundaria de Carolina del Norte dijeron que habían "considerado seriamente el suicidio en los últimos 12 meses". Dicho esto, el suicidio es una de las principales causas de muerte prevenible, pues muchas veces, como Maleja, quienes intentan suicidarse exhiben claras señales de advertencia antes de intentarlo.

“Si alguien tiene problemas de suicidio y le cuenta a alguien, la primera reacción suele no ser de ayuda. Pero no ayuda decirle ¿por qué piensas así? ¿Por qué eres tan egoísta de querer quitarte la vida? Todo esto no ayuda. Al contrario. Las investigaciones nos enseñan que hablar directamente acerca del suicidio es mejor. Lo que a mí más me frustra como terapeuta, es que como comunidad solemos estigmatizar mucho lo mental. Ese estigma de decirle a alguien si está loco o querer llorar, que es lo más normal. Ese estigma los pone en más riesgo”, explica la especialista.

“Siempre debemos preguntar directamente a la persona: ‘¿estás pensando en suicidarte? ¿estás pensando en hacerte daño?’", insiste. "A veces evitamos mucho el tema, la parte de comunicación es clave, y luego recomiendo salir a caminar o algo. En esos momentos cuando tiene pensamientos de suicidio activos, es asegurarse que estén a salvo. Que no tengan acceso a armas, a medicamentos, cosas que puedan ser parte de su plan. Limitar el acceso a todo lo que pueda ser. Hacer un plan para que la persona busque ayuda profesional”.

¿Cómo encontrar ayuda de forma gratuita en Carolina del Norte?

En Carolina del Norte, para una persona sin seguro médico, una consulta privada especializada en temas mentales puede costar aproximadamente de $150 a $200 por sesión. Si este proveedor decide no aceptar el seguro médico, en algunos casos puede ajustar los precios para ser más asequibles al paciente y bajarlos hasta a $50 por sesión.

La Línea Nacional de Prevención del Suicidio, 1-800-273-TALK (8255), es un recurso gratuito que está disponible las 24 horas del día, los siete días de la semana, para cualquier persona que se encuentre en una crisis suicida o angustia emocional. Crisis Text Line es una línea de texto gratuita disponible las 24 horas del día, los siete días de la semana, donde asesores de crisis capacitados brindan apoyo a las personas en crisis. Pero basta con un mensaje de texto con la palabra "Jason" al 741741 para hablar con un consejero de crisis.

Podría ser de tu interés:

https://lanoticia.com/noticias/usa/nc/clt/homicidios-suben-8-en-charlotte-de-las-ciudades-con-mayor-aumento/

“Me gustaría que motiváramos a nuestra comunidad. Lo necesitamos un montón. Nuestra comunidad si no tienen papeles, no tienes seguro. Es difícil por muchas cosas el acceso a la salud mental y es una de mis mayores frustraciones. Ahora, en la comunidad latina, el proceso migratorio, el estrés de no tener papeles, de tener que enviar dinero a nuestras familias, de tener que buscar trabajo quizás inferior a las posiciones que teníamos en nuestros países. Ese ámbito en toda la investigación del suicidio, la diferencia de cultura entre los padres e hijos. Los padres quieren impartir la cultura de su país y los niños queriendo vivir aquí y acostumbrarse a la cultura de aquí. Cosas como esas son tan complejas”, abona Pulgar.

Pandemia aumentó violencia y depresión

Recién el 24 de mayo pasado, un tiroteo perpetrado por Salvador Ramos, cobró la vida de 19 niños y dos maestras en Uvalde, Texas, para de esta forma romper con el mito de que la comunidad latina es menos propensa a protagonizar estos lamentables casos que tienen al país sumergido en el terror de la violencia. Sin embargo, el caso fue sesgado por autoridades hacia los campos de la salud mental para desviar la atención lejos de los pantanosos terrenos de la posesión legal de armas.

Y es que la pandemia COVID-19 agudizó muchos de los problemas que asfixian a la sociedad mundial y estadounidense, y no solo tuvo un impacto en la salud y en la economía, pues la violencia fue un factor que particularmente incrementó debido al caos mental que provocó en las personas esta emergencia sanitaria.

Un ejemplo de eso fueron los homicidios de menores y su preocupante aumento tanto a nivel nacional como local. En Charlotte-Mecklenburg también subieron a tal grado que el FBI tiene confirmó que durante el 2020 crecieron un 21 % los homicidios a menores de 19 años. En 2019, ocho menores fueron asesinados en homicidios, y en 2020, ese número se disparó a 16, de acuerdo al FBI, mientras que durante el 2021 fueron 13 los menores asesinados.

Además, en Carolina del Norte se incrementó un 25.8 % la tasa de depresión entre jóvenes tras la pandemia. De hecho, del total de casos de menores que han tomado medicamentos sin prescripción, el 20.3 % fueron latinos, la cifra más alta entre jóvenes del estado, por encima del 19.3 % de la categoría de otros, 15.8 % de afroamericanos, 14.8 % de los blancos y 12.9 % de los asiáticos.

“Yo creo que a nivel mundial la pandemia nos afectó a todos, no solamente físicamente, también en una manera emocional. Estaremos años tratando de asumir las consecuencias, los seres humanos no estamos para estar aislados, en un principio fue muy difícil, ahora con la vacuna podemos vernos un poco más en persona. Hay incertidumbre con los niños, familias que han corrido a padres de su trabajo, realmente a nivel mundial nos afectó a todos, y a nuestra comunidad específicamente el no hablar de la salud mental no nos ayuda a sobrepasar una pandemia”, dice Camila Pulgar.

Maleja seguirá bajo observación médica mientras se recupera de esta fuerte depresión. A pesar de que sus padres no están más con ella, su madre de crianza está allí para cuidarla, pues son los seres cercanos y las muestras de afecto, de los mejores antídotos para sobreponerse a este tipo de problemas. “Él (expareja) me dejó un cachorro (un perro) tal vez no dejarlo solo a él me da un poco de fuerzas”, puntualiza.