El gobernador de Carolina del Norte, Roy Cooper, firmó el proyecto de ley llamado Muerte por Distribución (Death by Distribution) con el cual se permite a los fiscales acusar de asesinato en segundo grado a traficantes de droga, en casos donde una persona muera por sobredosis.
Esta nueva ley busca crear un precedente en delito penal para frenar el aumento de las sobredosis de opioides, cocaína y metanfetamina.
Bajo la nueva ley de Carolina del Norte, que entra en efecto el 1ro de diciembre, un traficante de droga puede ser acusado de un delito grave de Clase B2, que conlleva una pena de hasta 40 años de prisión, si tienen una condena previa por distribución de droga.
La versión final del proyecto de ley HB-375, firmado por Coper , establece una cláusula del buen samaritano
la cual protege a los médicos y farmacéuticos que prescriben medicamentos opioides con un propósito médico legítimo.
En Carolina del Norte, así como en Estados Unidos en general, las muertes no intencionales por sobredosis de opioides han aumentado rápidamente, pasando de un poco más de 100 muertes en a más de 1,300 muertes en , según datos compilados por el NC Medical Journal.
Además del doloroso costo humano de las muertes por sobredosis relacionada con opioides en Carolina del Norte, hay un impacto económico, el cual se estimó en el en más de 1.5 mil millones.