La leyenda de la Sayona es originaria de Venezuela y constituye una de las historias populares más aterradoras y espeluznantes.
Aunque suele compararse con La Llorona, la historia de estos dos espectros es diferente, pero son consideradas importantes para varios países de Latinoamérica.
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¿En qué consiste la leyenda de La Sayona?
Aunque hay varias versiones narra la historia de una mujer muy celosa llamada Casilda, que vivía con su marido, Severiano, y su pequeño hijo en Los Llanos venezolanos.
Los celos de la mujer estaban bien infundados, pues Severiano era un gran mujeriego, que aprovechaba cualquier fiesta para enamorar jovencitas.
Casilda, era alta, hermosa y muy elegante. Su atractivo atrapó la atención de un hombre al que ella siempre rechazaba. Un día, el hombre la espiaba mientras ella se bañaba en el río y cuando ella lo enfrentó le dijo en un intento desesperado que solo iba a advertirle que su marido la engañaba con su propia madre.
Los celos de Casilda la cegaron al punto que le clavó varias puñaladas a su madre, aunque ella negaba toda culpa. Mientras el punzante cuchillo la atravesaba la mujer maldijo a su hija, la condenó a ser una "Sayona", un ser despreciable que nunca tendría descanso.
La desesperación de Casilda no terminó ahí, sino que además prendió en llamas la casa con Severino y su propio hijo dentro.
¿Dónde y a quiénes se les aparece La Sayona?
Tal como su madre le advirtió, Casilda comenzó a vagar por las calles en las noches oscuras persiguiendo a los hombres infieles. Los atrae con su belleza inicial y cuando caen en sus encantos sus dientes se transforman en colmillos afilados; sus uñas en garras y sus ojos en bolas de sangre.
Dice la leyenda que a diferencia de otros mitos en los que las mujeres solo asustan, La Sayona lanza un grito escalofriante capaz de paralizar a los infieles y al parecer algunos no viven para contarlo.