Translate with AI to
Las palabras de un líder tienen consecuencias: fanáticos se toman el Capitolio
La toma del Capitolio por un grupo de fanáticos, evidencia que seguir por el camino populista del sectarismo político desembocará en violencia.

El 6 de enero del 2021 será una fecha que vivirá en la infamia. El sistema democrático de Estados Unidos fue atacado por un grupo de fanáticos de ultraderecha cuando el Capitolio fue tomado por una turba iracunda que creyó en las teorías conspirativas de Donald Trump.

Escuche este editorial aquí:

Discurso incendiario

Incapaz de probar en ninguna corte las alegaciones de fraude electoral, el presidente Trump optó por pedir a miembros de su partido que no obedezcan la Constitución. Convocó a una multitud de sus seguidores para que marchen fuera del Capitolio, presionen a los legisladores a fin de que anulen las elecciones y lo dejen ilegalmente cuatro años más en el poder.

“Caminaremos hasta el Capitolio”, dijo Trump, “caminaremos y estaré allí con ustedes”, repitió, aunque como era de esperance, no fue. Minutos antes, su abogado personal, Rudy Giuliani, dijo que las disputas electorales deben resolverse mediante el “combate”.

Un atentado contra la democracia

Gente desinformada, enceguecida y engañada por el presidente, pensó que era una buena idea asaltar el Congreso. La irrupción a la sede del Poder Legislativo fue violenta. Cinco personas murieron.

Este fue un indudable ataque a la democracia y a los valores sobre los cuales se fundó Estados Unidos. Tomar el poder por un medio que no sean las elecciones es antidemocrático.

Republicanos y demócratas rechazaron las palabras incendiarias del presidente y repudiaron este antipatriótico acto de insurrección. Varios miembros del gabinete de Trump renunciaron en señal de protesta. Pero quizás lo más grave está por venir.

Las palabras de un líder tienen consecuencias

Durante años Trump difundió la teoría conspirativa de que el billonario de ascendencia judía, George Soros, estaba financiando caravanas de inmigrantes para “invadir” Estados Unidos. Un grupo de fanáticos creyó esto y se derramó sangre.

El 27 de octubre del 2018, once personas fueron asesinadas en una sinagoga de Pittsburgh, Pensilvania por un supremacista blanco que “declaró la guerra” a Soros. El 3 de agosto del 2019 ocurrió un tiroteo en El Paso, Texas, a manos de un joven antiinmigrante que disparó contra familias latinas. Unas 22 personas murieron.

Tras la toma del Congreso, ya han salido los fanáticos de escritorio a defender a Trump diciendo que no tiene ninguna responsabilidad. Otros propagan la disparatada idea que no eran conservadores los que atacaron al Capitolio, sino liberales disfrazados. Como si no hubiese videos y fotografías que identifican a los sediciosos. Muchos de ellos han sido arrestados.

Otro grupo desesperado de fanáticos busca cambiar de tema. No les indigna que el Congreso haya sido tomado a la fuerza por seguidores de Trump, en su lugar están rabiosamente enardecidos con Twitter por haber vetado a su líder supremo, eso si es haber cruzado la línea, según ellos.

Los fanáticos no soportan la autocrítica

Un fanático confunde lo que imagina con la realidad, nunca admite errores en sus creencias, además ve a alguien que no comparte su punto de vista como un enemigo a vencer. Justamente esta ha sido la estrategia de Trump para llegar a la Casa Blanca, y es muy probable que después siga esparciendo teorías conspirativas desde sus lujosos campos de golf.

Hacemos una advertencia a conservadores, liberales e independientes. Seguir transitando por el populista camino del sectarismo político inevitablemente desembocará en violencia.

Dejemos de dar oído a políticos que explotan la ignorancia con tal de mantenerse en el poder. Seamos parte de la solución y paremos de replicar mensajes, audios y videos de teorías conspirativas. Pidamos cuentas a los autores intelectuales de estas tragedias, solo así se fortalecerá nuestra democracia.

Periodista, editor, asesor, y presentador. De 2016 a 2019 el periodista más galardonado en Estados Unidos por los Premios José Martí. Autor del best seller: ¿Cómo leer a las personas? dbarahona@lanoticia.com