Recientemente, hemos escuchado sobre los nuevos procesos de deportación que se están realizando en Estados Unidos y Puerto Rico. La comunidad latina en Carolina del Norte también puede verse afectada por estas nuevas políticas del gobierno en turno. Es muy normal y natural que esta situación produzca un sentido de inseguridad, angustia, tristeza y desesperación.
Esta situación no solo afecta a la persona que está en riesgo de ser deportada, sino que también afecta a todo el sistema familiar, amistades y a toda la comunidad. ¿Se pueden controlar estas emociones?
¿Cómo podemos mantener la paz dentro de la tormenta?
Quizás suena contradictorio, pero, aunque no podamos controlar el paso de la tormenta, sí podemos controlar cómo manejar o actuar durante la tormenta. A continuación quiero discutir algunas recomendaciones que pueden ayudar en la preparación de esta nueva tormenta.
- Hacer una consulta legal para saber qué hacer si un funcionario de inmigración llega a su casa. Esto le puede aclarar las dudas sobre si debe o no debe abrir la puerta y tener claro qué información tiene o no tiene que darles.
- Tener disponible nombres y teléfonos de asesores legales y/o de líderes de la comunidad para llamar en caso de emergencia.
- Haga una reunión familiar para discutir cuál será el plan de emergencia ante una posible situación de ser detenido. La falta de información, especialmente en la niñez, aumenta los niveles de angustia debido a la incertidumbre de lo que está pasando y de lo que pudiera ocurrir.
- Hacer un plan específico sobre la custodia de sus hijos menores de edad. Identificar una persona adulta que pueda asumir la custodia temporera en una situación de emergencia y que los menores estén familiarizados con esa persona. Esto le provee a los niños un mayor sentido de seguridad dentro de la inestabilidad de la situación.
- Hacer una lista de los documentos que son importantes llevar consigo en caso de que sea detenido.
Esté preparado
El realizar un plan lo más detallado posible puede ayudar a mantener el enfoque durante la situación de crisis y con un mejor manejo de sus emociones. Si no desarrollamos un plan de acción, la ansiedad y el nerviosismo pueden impedir un proceso de pensamiento coherente, aumentando las posibilidades de cometer errores al momento de tomar decisiones.
No se deje vencer por el temor o la angustia
Mientras se está fuera de la tormenta, es importante practicar el autocuidado como por ejemplo, procurar dormir y alimentarse bien, así como también pasar tiempo de distracción con la familia y amistades y cultivar la parte espiritual. Estas son prácticas que pueden recargar de fuerzas y energías de nuestro cuerpo, el alma y el espíritu.
Recuerden que esta información no sustituye una consulta con un profesional de la salud emocional, que puede ayudar identificar aspectos específicos de su situación. Para mayor información pueden llamar al 984-974-3795.