No se tiende a hablar tanto de la pérdida del olfato luego de sufrir traumatismos, enfermedades, condiciones médicas o intoxicaciones como cuando se pierde la vista o la audición.
No obstante, sobre la mesa se tienen remedios que podrían utilizarse para recuperar el olfato cuando se pierde de manera temporal o permanente, según el portal aromático Esenzzia.
Por lo general, este sentido se pierde temporalmente por alergias, infecciones bacterianas o virales como alergias nasales, gripe, resfriado o fiebre de heno. No es raro perder el olfato durante horas por infecciones virales o bacterianas cuando se acerca el invierno. Las pérdidas de olfato por infecciones bacterianas pueden solucionarse con un poco de antibiótico. Los antihistamínicos y los descongestionantes ayudan con la congestión nasal.
En caso de no poder sacudirse la nariz se puede utilizar un humidificador para aflojar la mucosidad en la cavidad nasal.
En caso de una pérdida progresiva del este sentido es importante explorar las causas médicas alternas de las que se puede desconocer las cuales causen esta pérdida. Por ejemplo, la exposición a ciertos productos químicos tóxicos al igual que la deficiencia de vitamina B12 o el uso de ciertos fármacos.
Entre los consejos más efectivos contra la pérdida del olfato está tomar ajo en sopa, jengibre, aceite de pescado omega 3 o limón. Igualmente, echar una gota de aceite de ricino en cada fosa nasal tanto por la mañana como por la noche.
El vínculo de la perdida de olfato con el COVID-19
El Hospital Benidorm explica a través de su página web que la pérdida del olfato tiende a ser causado por el COVID-19. Cuando se contrae el coronavirus tienden a sobreponerse la pérdida total o parcial del olfato. Usualmente, se acompaña de una pérdida del gusto o del sabor. Cuando no se tiene olfato es más complicado reconocer sabores dulces, salados, ácidos o amargos porque para reconocerlo se utilizan los sentidos del olfalto y del sabor.