Escondidas en el cráneo entre la cavidad nasal y la garganta encontraron un par de glándulas llamadas "glandulas tubarias", un posible nuevo órgano que se encontró tanto en fenecidos como en vivos.
Las glándulas fueron encontradas por un grupo de científicos, así como el autor del estudio que reveló el descubrimiento, Wouter Vogel, un oncólogo radioterapeuta del Instituto del Cáncer de los Países Bajos.
El presunto nuevo organo se descubrió tras una búsqueda explotaria de tumores en la garganta. Los científicos observaron las glándulas tras escanear la cabeza en múltiples ocasiones al igual que el cuello de sobre 100 personas en tratamiento de cáncer de próstata.
Para el autor del estudio, el hallazgo fue "emocionante".
Pensamos que no era posible descubrir esto en 2020", expresó el oncólogo. "Es importante que se repita y debe realizarse con diferentes grupos de pacientes. Es importante tener la confirmación de nuevos hallazgos médicos".
Lo particular de este nuevo organo es que no puede detecarse a través de métodos médicos tradicionales. Por ejemplo, los ultrasonidos, las tomografías computadorizadas, así como las imágenes de resonancia magnética.
Las glándulas son visibles a través de imágenes altamente sensibles como el PSMA PET/CT que se utiliza para diagnosticar el cáncer de próstata. Este procedimiento consta de una inyección de glucosa radioactiva que ayuda a detectar los tumores en el cuerpo.
"Hasta donde sabíamos, las únicas glándulas salivales o mucosas en la nasofaringe son microscópicamente pequeñas. Hasta 1000 están distribuidas por toda la mucosa, así que imagina nuestra sorpresa cuando topamos con estas", dijo.
Los investigadores involucrados en el estudio creen que el nuevo organo lubrica la parte superior de la garganta.
¿Más glándulas en el cuerpo humano?
Hasta el momento, solo se pensaba que el cuerpo humano contaba con tres pares de glándulas en los oídos, la lengua y la mandíbula. Igualmente, la cavidad oral y el tracto digestiva que cuentan con miles de glandulas. No obstante, son microscópicos. En caso de corrobararse que el descubrimiento sea cierto, sería el más importante en tres siglos. No obstante, personas del campo de las ciencias han dicho que el hallazgo se tiene que corroborar con una muestra más amplia.
Las glándulas con las que cuenta el cuerpo humano son sumamente sensibles a la radioterapias, por lo que son propensas a los efectos secundarios.
Es ahí donde está el valor de este nuevo descubrimiento: la posibilidad de entender o no los efectos a largo plazo del cáncer.