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Helene se ha convertido en el segundo huracán más mortal en golpear el territorio continental de Estados Unidos en los últimos 50 años, dejando una devastadora cifra de al menos 160 fallecidos, para el 1 de octubre; sin embargo, se teme que este número pueda aumentar. De momento, 73 de esas muertes ocurrieron en Carolina del Norte, una de las áreas más afectadas por la tormenta fue las montañas. El huracán más letal sigue siendo Katrina en el 2005, con más de 1,800 muertos.

El sector de las montañas, caracterizado por sus bellos paisajes, su vida activa y vibrante, sus deliciosos cultivos, su amor por las artes y cultura, hoy enfrenta una crisis sin precedentes. Los escombros seguían bloqueando cerca de 300 calles y carreteras, hasta el 1 de octubre. Miles de familias perdieron sus casas y sus posesiones. Muchos continúan atrapados sin agua, comida, electricidad, o internet. Pasarán meses hasta que se puedan habilitar las calles y carreteras destruidas. 

¿Cómo llegó un huracán mortal a lo alto de las montañas?

Helene fue un huracán mortal porque tuvo una fuerza que pocos esperaban que llegaría a la región. Muchos siguen sorprendidos de que estas inundaciones hayan llegado a los pueblos de las montañas de Carolina del Norte, áreas ubicadas a miles de pies de altura y cientos de millas de la costa.

Estas comunidades alguna vez fueron consideradas un refugio seguro frente a los efectos del cambio climático. Sin embargo, los expertos advierten que este tipo de eventos meteorológicos extremos serán más comunes en el futuro.

Helene dejó más de 60 centímetros de lluvia en algunas partes del sur de los Apalaches. Las inundaciones arrasaron con viviendas enteras y destruyeron carreteras, dejando pueblos enteros aislados.

Se estima que esta cantidad de lluvia equivale a lo que normalmente se espera en seis meses, pero cayó en tan solo cuatro días en ciertas áreas, convirtiéndose en uno de los peores eventos climáticos que esta región haya visto en su historia.

Cómo ayudar a las zonas afectadas

Es momento de extender nuestra mano a quienes lo perdieron todo, es hora de unirnos como comunidad y ayudar. Cerca de medio millón de personas viven en esa área, un 10 % de ellos son latinos.

Debido a las peligrosas condiciones de las carreteras y la necesidad de mantener abiertas las rutas para las operaciones de emergencia, las autoridades recomendaron evitar viajar a la región de las montañas de Carolina del Norte. Sin embargo, hay otras formas de ayudar a las comunidades afectadas:

Donaciones

Si deseas donar al Fondo de Ayuda por Desastres de Carolina del Norte, visita https://nc.gov/donate

Voluntariado

Para oportunidades de voluntariado, visita https://nc.gov/working/volunteer-opportunities/volunteernc

¿Qué se necesita?

El condado de Henderson habilitó un sitio web donde las personas pueden obtener una lista completa de los suministros necesarios y la dirección para enviar donaciones. Para más detalles, visita: www.visithendersonvillenc.org/helene-relief

Asistencia emocional para los afectados

No hay una forma “correcta” o “incorrecta” de procesar el trauma tras un desastre como este. Si has sido afectado por el huracán Helene y necesitas hablar con alguien, puedes llamar o enviar un mensaje de texto a la Línea de Ayuda por Desastres al 1-800-985-5990.

También puedes acceder a apoyo emocional en inglés o español a través de una llamada, mensaje de texto o chat al 988, disponible las 24 horas del día. Más información en https://988Lifeline.org

Otros recursos

Para obtener más información sobre recursos y preguntas, visita el sitio oficial del Departamento de Seguridad Pública de Carolina del Norte en https://ncdps.gov/helene.

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Periodista, editor, asesor, y presentador. De 2016 a 2019 el periodista más galardonado en Estados Unidos por los Premios José Martí. Autor del best seller: ¿Cómo leer a las personas? dbarahona@lanoticia.com