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Bryan Kang un terapeuta ocupacional que junto con su esposa, una maestra, empezaron a buscar guarderías en Los Ángeles en abril pasado, sin embargo, no tuvieron fortuna ya que no tenían cupo o algunas las habían cerrado.

Crisis en guarderías en el país afecta la economía, hay pocos empleados

Al menos ocho guarderías con las que se comunicaron no tenían servicio, otras no respondieron y otras no había cupo, por lo que Kang tuvo que pedir ayuda en su trabajo para poder laborar desde casa.

“Le dije a mi jefe, ‘necesito trabajar desde casa para fin de mes’. Me apoyaron mucho, me entendieron. Son todas mujeres. Pero tienen una persona menos para ver a los pacientes”, explicó.

El caso de Kang es uno en miles, ya que le dieron facilidades para trabajar desde casa pero con una reducción del 11%, por lo que sus ingresos disminuyeron. Un servicio de guardería para un niño en el país ronda los $2,500 mensuales, una pequeña fortuna.

Por años, en el país se pagó poco a los empleados de las guarderías y se cobró mucho por los servicios. Ese patrón ya no es sustentable debido a la Pandemia del COVID-19.

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Las guarderías son una industria a punto de colapsar

El no contar con guarderías confiables y accesibles limita los empleos que los padres pueden aceptar, dificulta los ascensos en una empresa y termina afectando el crecimiento económico. 

“No es un problema de las mujeres ni de los chicos. Es un tema económico. Incide en la participación de la fuerza laboral”, dijo Mario Cardona, de la organización Child Care Aware of America. 

“Tiene que ver con los patrones, con que no tengan que preocuparse acerca de si podrán contar con sus empleados”, agregó.

Cada maestro que renuncia, cada exposición al coronavirus y cada cierre de una guardería refleja una industria al borde del colapso. 

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La crisis obligó a muchas personas, sobre todo mujeres, a dejar sus empleos y hace que el problema del cuidado de los niños no resulte solamente un asunto familiar, sino algo que incide en otros sectores. 

“Las decisiones que tomemos ahora respecto al acceso al cuidado de los niños va a incidir por décadas en la macroeconomía, al influir en quién vuelve a trabajar y quién no, en el tipo de trabajos que toman y las carreras que pueden contemplar los padres”, expresó Betsey Stevenson, economista de la Universidad de Michigan.

El presidente Joe Biden está dispuesto a hacer una inversión sin precedentes para que el cuidado de los niños deje de ser un problema. En una reciente presentación en Baltimore, dijo que los padres “no deberían tener que pagar más del 7% de sus ingresos a las guarderías”. 

El gobierno se encargará del resto si prospera su propuesta, incluida en un enorme proyecto de gastos que está siendo negociado en el Congreso. 

La paga es insuficiente, las personas no quieren trabajar en guarderías

Pero el verdadero problema al que se enfrenta la industria es que muy pocas personas quieren trabajar cuidando niños. Por ejemplo, el Forever Young Daycare, de Mountlake Terrace, un suburbio de Seattle, Amy McCoy está agotada. 

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Lleva medio año tratando de contratar una nueva asistente para su negocio de cuidado de niños en sus casas. Trabaja 50 horas semanales cuidando menores, cocina, limpia y se ocupa de la parte administrativa de su negocio. 

“¿Hasta qué punto mi negocio es más importante que mi familia?”, preguntó McCoy. Una empleada que llevaba cinco años trabajando con ella y cobraba 19 dólares la hora renunció en abril porque consiguió un empleo como niñera en el que le pagan 39 dólares la hora. 

“Estos puestos merecen $20 la hora. Odio tener que hacerlo, pero para pagar eso seguramente tendré que cobrar más a mis clientes”, dijo.

El Departamento del Tesoro dijo en septiembre que los empleados de guarderías ganan un promedio de $24,230 anuales. 

Lic. Comunicación Social. Amante del periodismo, redes sociales, música, techno, deportes y videojuegos. La comunicación es el primer paso para llegar a un acuerdo. egutierrez@lanoticia.com