Hace 39 años, el Senado de Estados Unidos confirmó el 21 de septiembre de 1981 a Sandra Day O’Connor como la primera jueza del Tribunal Supremo.
El expresidente, Ronald Reagan, la nominó luego de haber servido en la silla del 1981 hasta el 2006. Nació el 26 de marzo de 1983 en El Paso, Texas. De acuerdo con su biografía en el portal del organismo judicial, creció en una granja junto a su familia cerca de Duncan, Arizona.
Luego de retirarse del Tribunal Supremo el 31 de enero de 2006, la jueza continuó como oyente en el Circuito de Apelaciones de Estados Unidos. En reconocimiento a los logros que obtuvo a lo largo de su vida, en 2009, el presidente Barack Obama la compensó con la Medalla Presidencial de la Libertad.
La enciclopedia Británica la muestra como una jueza de tendencia moderada-conservadora, reconocida por sus opiniones desapasionadas con datos e investigación meticulosa.
Cursó estudios subgraduados en 1950, así como cursó estudios graduados en 1952 en la Universidad de Stanford.
Pese a su currículo, no consiguió empleo como abogada en una firma de leyes por ser mujer. Las únicas ofertas de empleo que recibió fue para trabajar como secretaria. Sin embargo, después trabajó como fiscal adjunta del condado de San Mateo, en el estado de California.
Ocupó un escaño en el Senado de Arizona de 1969 a 1974 bajo el Partido Republicano. A pesar de las barreras del género, ocupó el puesto de líder de mayoría – la primera mujer en alcanzar la posición en Estados Unidos.
Fue considerada durante su periodo en el Tribunal Supremo como un voto movedizo que junto al juez Anthony Kennedy se alineó tanto con el ala liberal como con el conservadora. En varias ocasiones, juntos inclinaron la balanza judicial hacia un lado u otro.
La Noticia utilizó información tanto de la Enciclopedia Británica como del Tribunal Supremo para redactar esta nota.