Crece incertidumbre en familias que no pueden pagar el alquiler ahora que la moratoria de desalojos llega a su fin
Félix Ruiz y sus dos hijos en su apartamento Winston-Salem, Carolina del Norte. Como ellos muchas familias latinas están entre los dos grupos que actualmente sufren mayor riesgo de desalojos ahora que la moratoria está por expirar.

Félix Ruiz fue despedido de su trabajo como pintor y solo ha sido capaz de conservar su vivienda gracias a una moratoria que prohíbe los desalojos en Carolina del Norte por falta de pago, la misma que está llegando a su final en el estado.

La orden, implementada originalmente en septiembre por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) del gobierno de Donald Trump y renovada varias veces; fue creada para proteger inquilinos de bajos recursos contra el desalojo durante la pandemia. Sin embargo, la incertidumbre se ha vuelto habitual para estas familias, ya que la orden federal expirará este 30 de julio y la orden estatal termina el jueves 1ro de julio.

“Son cosas que uno piensa, cómo le voy a hacer, para dónde le voy a agarrar, a veces me acuesto, pero mi mente no descansa de cómo le vamos a hacer”, dijo Ruiz, padre de familia y único proveedor, quien fue despedido de su empleo de pintor después de contraer el coronavirus.

Ruiz ha tenido dificultad para encontrar un nuevo trabajo desde el incidente, lo cual ha hecho que el costeo del alquiler de su apartamento y sus diálisis sean imposibles de pagar.

Moratoria de desalojos: Latinos y afroamericanos los más impactados por la pandemia

La moratoria fue creada para proteger a los inquilinos contra el desalojo durante la pandemia. Esta suspensión impide a los dueños de edificios expulsar a inquilinos de bajos recursos, mientras estos no puedan pagar renta por pérdida de trabajo o por cargos hospitalarios.

Las comunidades afroamericanas y latinas están experimentando un mayor impacto, ya que son los dos grupos que actualmente están sufriendo mayor riesgo de desalojo. 

‘’En los censos de las secciones locales de Carolina del Norte, los latinos y afroamericanos son los que más han sufrido desalojos durante la pandemia’’, asegura Dan Rose, sociólogo y miembro del grupo de defensa Housing Justice Now.

Explica que “especialmente en Winston-Salem, las mujeres latinas son las que han sufrido el mayor riesgo de desalojo”.

Rose clarificó que esta problemática de la vivienda tiene múltiples niveles, pero que uno de los principales factores es la accesibilidad y falta de información sobre el proceso de solicitud de la moratoria, ya que la información no está llegando a las comunidades latinas y afroamericanas.

Ruiz es la excepción, ya que fue uno de los pocos que tuvo la oportunidad de inscribirse para esta protección, pero aún así ya debe 4 meses de renta. 

“Por medio del teléfono miré y me metí a la aplicación y gracias a Dios fui a la corte y había gente trabajando para una institución que ayuda a la gente; y de ahí creo que me habló una abogada de Wake Forest y así ha sido mi caso”, explicó Ruiz.

Falta de información sobre programas de ayuda

Kevin Cheshire, director ejecutivo de Housing Authority en Winston-Salem, también recalcó que hacer llegar la información a los inquilinos ha sido su mayor obstáculo.

Su equipo ha creado varias iniciativas para informar a los arrendatarios de los recursos que tienen al alcance; como el Programa de Emergencia para Asistencia de la Renta (ERAP), pero ha tenido baja participación.

“Nuestro equipo ha creado talleres para propagar la información sobre ERAP, que ofrece dinero que pueden aplicar para el alquiler; pero hemos tenido baja participación, ha sido difícil motivar a los residentes que asistan a los talleres”; menciona Cheshire.

Cuando la moratoria sea revocada, el monto restante que deben los inquilinos no desaparece; y existe el temor de que muchos ocupantes no van a ser capaces de pagarlo.

De acuerdo a un reporte de National Equity Atlas, actualmente 18,000 familias deben varios meses de renta, y la familia de Félix es una de ellas.

“Yo debo 6 meses de renta, y definitivamente no descanso de noche, el pensamiento nunca se va de mi cabeza”, agregó Félix.

Actualmente existe una gran cantidad de programas para ayudar a los inquilinos, sin embargo; la mayor preocupación es que las comunidades más vulnerables no están informadas; o no sepan cómo navegar el proceso de solicitud para recibir ayuda. 

Felix hoy en día sigue proveyendo para su familia y recibiendo diálisis tres veces a la semana; pero el miedo constante de perder su hogar nunca lo abandona.

“Mi vida se ha vuelto sumamente complicada; pero hay que ser fuerte porque no me queda de otra”, dijo.

Los CDC recientemente firmaron una orden para extender la moratoria de desalojos por un mes más. Sin embargo, para Ruiz la extensión fue un alivio; aunque el próximo mes eso puede cambiar.

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Periodista de La Noticia y 88.5 WFDD, Eileen Rodríguez reporta el impacto de COVID-19 en la comunidad Latina en Carolina del Norte. Rodríguez es miembro del cuerpo de periodistas de Report for America...