Con solo 22 años, Nilo Antonio Guerrero Cuadra dejó su Nicaragua natal y se mudó a Charlotte con el sueño de forjar un futuro prometedor en el boxeo. Aunque por meses pospuso su meta para ayudar a su familia, su determinación de regresar al cuadrilátero nunca flaqueó. Estaba dispuesto a pelear “con quien sea” por una oportunidad. Así descubrieron su talento y su incansable esfuerzo lo llevaron a convertirse en campeón mundial superpluma de la Asociación Nacional de Boxeo.
En Managua nació el sueño de ser campeón mundial
Desde niño, Nilo mostró habilidades atléticas, una destreza que corría en la familia. A los ocho años, Emilio, un familiar que practicaba boxeo, lo llevó al gimnasio. Esa visita transformaría su vida, al introducirlo a un mundo en el que podría ganar batallas significativas.
“Me llevaron al gimnasio por primera vez e inmediatamente el boxeo llamó mi atención. Recuerdo que era viernes y el entrenador me preguntó si me gustaba. Le dije que sí, y empezamos a entrenar el lunes”, dijo a La Noticia.
Eso fue en el 2007 y desde entonces, su padre, Nilo Guerrero, se convirtió en su guía y su entrenador tanto en lo físico, como en lo mental.
“Él ha sido fundamental, en todo, en la práctica, la alimentación, la disciplina y la motivación. El boxeo es un deporte con muchos riesgos y peligros, por lo que es crucial tener cuidados extremos”, cuenta.
Esto le permitió comenzar su carrera en la cual acumuló seis peleas invictas en la categoría de superpluma. Su sueño era convertirse en campeón mundial, pero la situación económica y la realidad en casa lo golpearon. No pudo ignorar que el trabajo de su papá como cadete de taxi no alcanzaba para cubrir los gastos del hogar y también los sacrificios que implicaba ese deporte.
Poco antes de emigrar libró una nueva batalla, la de convencer a su mamá de que en Estados Unidos todo sería mejor.
“Mi mamá llegó a arrodillarse, a llorar y a suplicarme que no me viniera para este país, porque era peligroso y muy duro. Estar allí fue difícil para mí, pero yo la levanté y le pedí que confiara en Dios y le dije que saldría adelante, porque quedarme allá pudo haber terminado en arrepentimiento. Gracias a Dios, avanzamos poco a poco… El objetivo era, venir acá y trabajar, eso era lo primero y luego, buscar reincorporarnos en el boxeo y aprovechar el talento y don que teníamos y que habíamos trabajado tanto en Nicaragua. Queríamos aprovechar esa oportunidad, porque tanto mi hermano menor como yo practicamos este deporte”, dijo.
De Nicaragua a Charlotte, una historia de adaptación y lucha
Su llegada a Estados Unidos fue en octubre del 2022. Se vino con sus padres y sus dos hermanos. Al principio vivieron en Luisiana, pero al ver que pasaban los días y aún seguían sin trabajo, decidieron probar suerte en Charlotte. Aquí su familia pudo comenzar a trabajar en una pizzería y él, en una empresa encargada de deshuesar y empaquetar pollos. Asegura que fue un inicio duro, en especial por la barrera del idioma.
“A mi alrededor casi el 95 % de quienes conozco solo hablan inglés, pocos hablan español. Yo aún no hablo muy bien el inglés, pero lo ‘machaco’”, dijo.
“Lastimosamente, mi mamá (Vilma) regresó porque cayó en depresión por la inmigración y esto afectó mucho su salud al punto de que se veía más delgada. No logró adaptarse y, por miedo, a que su salud empeorara, decidimos como familia que se regresara con mi hermana a Nicaragua”, agregó sobre sus inicios.
“Nosotros estábamos dispuestos a pelear con quien sea”
A pesar de este doloroso regreso, Nilo, su padre y su hermano lograron estabilidad económica tras varios meses de arduo trabajo. Durante ese tiempo, el joven comenzó a asistir a eventos de boxeo con la esperanza de que su talento fuera descubierto por un manejador o matchmaker. Esta es la persona encargada de organizar peleas.
“Este país es grandísimo. Hay eventos de boxeo por donde sea y nosotros estábamos dispuestos a pelear con quien sea con tal de mostrar nuestro talento. Entonces, cuando acepté una pelea, el manejador miró mis estadísticas y mi récord, vio que estaba invicto y decidió que no iba a pelear. En cambio, me recomendó con unos armenios para que me evaluaran y firmaran”, recuerda de ese tiempo.
Fue en un evento en Seattle, Washington, en agosto de 2023, donde Nilo, junto a su hermano, fue contratado por cinco años. Su debut fue en enero de este año en ese estado, en donde peleó y derribó a Chancellor Battenberg en el primer y segundo asalto. Logró una victoria por nocaut.
¿Cómo es la rutina de un campeón mundial?
Llegar al cuadrilátero nuevamente, pero ahora en suelo extranjero, requirió muchos meses de mucho entrenamiento. Durante meses y aún hoy, debe seguir una disciplina rigurosa que inicia a las 5:30 a.m. corriendo por una hora o más y culmina a las 8:30 p.m. con un entrenamiento de pesas por más de dos horas.
El camino al éxito está lleno de sacrificios y la alimentación debe estar adaptada a entrenamientos intensos, a la reducción gradual de peso, comidas pre y post-ejercicios y mucha hidratación. Relata lo afortunado que fue de no hacer todo esto solo.
“Los sacrificios se hacen todo el tiempo. Hay muchas restricciones con la alimentación y con la dieta, pero en mi casa, mi familia, para no hacerme sentir mal y ayudarme a tener una mentalidad hacia el logro, comenzamos a comer todos igual. Es algo que siguen haciendo, a pesar de que pueden comer cualquier cosa sin necesidad de querer bajar de peso. Otro sacrificio que ellos hacen es levantarnos temprano para ir a correr e insistir para que a pesar de la pereza salgamos a entrenar. Y digo que es un sacrificio, porque mi papá se levanta a las 5:00 de la mañana, para luego despertarnos a nosotros”, explicó.
Además de la dieta y los entrenamientos físicos, Nilo destaca que la importancia de la confianza en uno mismo es clave.
“Si no tienes confianza en ti mismo, no vas a hacer nada. Puedes entrenar fuerte, puedes prepararte bien, puedes tener disciplina y dedicación, pero es necesario confiar en uno mismo, porque si no vas a tener miedo y esto te puede hacer perder”, asegura.
Campeón mundial en búsqueda de nuevos desafíos busca apoyo
A sus 24 años, Nilo Guerrero se convirtió en campeón mundial superpluma de la Asociación Nacional de Boxeo, NBA, por sus siglas en inglés, al derrotar a Madeep Jangra en Toppenish, Washington.
Con este primer campeonato mundial ganado, Nilo sigue soñando en grande y, mientras se recupera y entrena, espera su próxima batalla para obtener otro título mundial con la Asociación Mundial de Boxeo.
“El sueño de cada boxeador es obtener una corona mundial. Ser campeón del mundo y ser el orgullo de su país y de su familia”, afirma.
Sus recomendaciones para los jóvenes interesados en una carrera similar son: “Si quieres y tienes el deseo de algún día ser campeón del mundo, haz las cosas, busca un gimnasio, dedícate a entrenar y confía en ti. Es lo principal y, en segundo lugar, no te dediques a estar detrás de muchas mujeres, a estar trasnochado, sino que debes ser muy disciplinado con tu entrenamiento y tu alimentación. Y, por último, aprende de cada pelea. Nadie nace sabido, nadie es perfecto y cuando uno pelea, sobre todo aquí donde es tan avanzado, uno agarra experiencia y aprende de otros boxeadores, esto te ayuda a ganar confianza en tus habilidades”.
Además de seguir entrenando con dedicación, Nilo Guerrero sabe que, para continuar su camino hacia la cima, es fundamental contar con el apoyo adecuado. Por eso se encuentra en búsqueda de patrocinadores, publicidad y respaldo para seguir compitiendo. Para conocer formas de ayudar, puedes contactar a uno de sus asesores, Todd Jacobson, al 704-488-9153.