El divorcio, además de las repercusiones emocionales y personales, tiene efectos legales tanto a nivel civil como migratorio. En el asilo, en especial, si es un proceso en curso, puede tener consecuencias significativas y diferentes procedimientos a seguir dependiendo de cada caso.
Para entender estas circunstancias, la abogada de inmigración Jennifer Ezeigwe explica que, ante problemas en la relación, es crucial evaluar las consecuencias legales del divorcio.
¿Qué pasa con el solicitante principal de asilo después del divorcio?
En todos los casos de asilo existe un solicitante principal. Esa es la persona que inicia el proceso en nombre propio o representando a los miembros de su familia (a quienes debió incluir dentro de esa solicitud), aclarando sus nombres, edades y el lazo familiar que los une. Este solicitante es quien encabeza la solicitud de asilo y será su situación personal la que se evalúe para determinar si califica o no para ese beneficio migratorio.
El divorcio no afecta su estatus como solicitante principal de asilo y su caso seguirá siendo considerado válido. Lo único que cambia es que ya no estaría solicitando asilo en nombre de su ex cónyuge, sino en nombre propio.
Ezeigwe explica que, en algunos casos el asilo se basa es en situaciones que involucran a la familia, como la persecución sufrida por un cónyuge o hijo del solicitante y en algunos casos, al divorciarse el solicitante principal de asilo podría dejar de tener una causa justificada para pedir dicha protección.
“Cada caso es diferente, es importante aclararlo, y como abogado tenemos que evaluar lo que está pasando en ese momento y lo que podría pasar con cualquiera de las personas que están en la solicitud de asilo. Puede ocurrir que de darse el divorcio, esta persona se regrese al país y sea víctima de agresiones, de violación o de tortura porque en su país piensen que aún sigue casado, entonces la recomendación es que siga con ese asilo, por qué no es solo lo que le pasó al ex cónyuge, sino también lo que ahora podría pasarle a él o ella”, explicó.
Aclara la abogada que la persona debe considerar si su vida estaría o no en peligro debido a la persecución dirigida hacia su pareja, ya que esto puede ser cuestionado por inmigración.
“Cuando no existe una causa para asilo, entonces la persona tiene que retirar ese asilo y, por lo tanto, pasaría a estar en riesgo de ser deportado. En estos casos, tenemos que evaluar su contexto y a qué otros beneficios migratorios puede calificar”, agregó.
¿Qué pasa con el resto de los solicitantes de asilo?
En cuanto a los dependientes del solicitante principal, como su ahora expareja e hijos, las consecuencias varían si hay un divorcio de por medio. La repercusión más significativa es que el ex cónyuge queda fuera de la solicitud, sobre todo si es un caso que aún está pendiente.
Los hijos menores de 21 años incluidos dentro de la solicitud como dependientes, estos continuarán con este proceso. Por lo tanto, seguirán siendo representados por el padre que figura como solicitante principal.
Si los niños son del ex cónyuge y el solicitante principal no tiene custodia legal, los menores dejan de ser considerados sus dependientes en la solicitud de asilo.
¿Qué alternativas tiene?
Para evitar quedar en una situación de vulnerabilidad y expuesto a la deportación, existen diversas alternativas legales que le podrían permitir regularizar su estatus migratorio, sin embargo, dependen de las circunstancias. Esta son:
Solicitar asilo de forma independiente.
Si el ex cónyuge no califica para continuar como dependiente en la solicitud de asilo del solicitante principal después del divorcio, podría optar por presentar su propia solicitud de asilo. Para ello, es importante que pueda demostrar que enfrenta una persecución personal o un temor bien fundado de persecución en su país de origen debido a:
- Su raza
- Religión
- Nacionalidad
- Opinión política
- Pertenencia a un grupo social determinado
Como ejemplos, de esta última categoría son: miembros de la comunidad LGBTQ+, identidad de género, minoría racial, condición de salud, víctima de otros delitos o de pandillas, ejerce la libertad de expresión como oficio en un país donde el periodismo es perseguido, entre otros.
“Tenemos que ver lo que está pasando con esa persona, hay a veces que califica para un asilo por razones humanitarias y si se devuelve puede sufrir las consecuencias. Entonces lo que normalmente hacemos nosotros los abogados es que reportamos a inmigración que hubo un divorcio e iniciamos un nuevo caso probando que si se le quita el asilo, la persona puede ser víctima de persecución y tortura”, dijo la abogada de inmigración.
Las solicitudes pueden ser similares
Si el ex cónyuge, que ya no forma parte del asilo, puede demostrar que corre el riesgo de sufrir persecución por alguna de estas razones, tiene derecho a presentar una solicitud por su cuenta y necesitará proporcionar pruebas para su caso
Aclara la abogada, que si hay pruebas o alegaciones de persecución compartidas entre los ahora ex cónyuges, es normal que sus solicitudes sean similares o tengan algunos detalles comunes, pero debe estar adaptada a su situación personal y la decisión que tome inmigración va a ser separada.
Esto significa que inmigración podría aprobar uno de los casos de asilo y negar el otro, debido a poca credibilidad del solicitante, falta de evidencia, pruebas poco sólidas o que, debido a su situación, méritos y razones, no califique como una potencial víctima de persecución o tortura.
Solicitar otros beneficios migratorios
“A veces una persona que se divorcia y queda sin asilo, luego se casa con un ciudadano americano o es víctima de delitos, de violencia doméstica, de trata, hay personas que pueden iniciar peticiones familiares, todo depende de cada caso, porque sabemos que hay personas que incluso prefieren quedarse sin estatus a continuar con esa relación que le afecta mentalmente. Pero mi recomendación es que desde el momento en el que piensas que existe la posibilidad de que haya un divorcio, busca asesoría legal, porque hay algunas alternativas que se pueden meter a USCIS (Servicios de Ciudadanía e Inmigración de los Estados Unidos) cuando estás durante el proceso de divorcio y otras solo cuando el divorcio está hecho”, indicó.
Ezeigwe trabaja en la Firma de Abogados Sussman, la cual se dedica a casos de familia, inmigración y negocios. Para conocer más sobre sus servicios, visita: sussmanlawfirmpllc.com.