El llamado Título 42 que limita el asilo a los migrantes por evitar la propagación del COVID-19 ya está quedando atrás.
Aunque la norma se eliminará a partir del 23 de mayo, el gobierno informó que empezó a eliminarla gradualmente.
Las autoridades estadounidenses han procesado a más adultos solteros de Guatemala, Honduras y El Salvador en las últimas semanas con las leyes de inmigración. Éstas incluyen el derecho a solicitar asilo, dijo Blas Núñez-Neto, subsecretario interino de Seguridad Nacional para la política de fronteras e inmigración.
Alrededor del 14 % de los adultos solteros de estos países fueron procesados durante un periodo de siete días que terminó el jueves, dijo Núñez-Neto. Esta cifra es superior al 5 % de marzo, según las cifras del gobierno.
Este grupo de personas se benefició de que México aceptó acogerlos mientras la norma esté en vigor, una opción que desaparecerá para las autoridades estadounidenses cuando se levanten las facultades.
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¿Por qué se elimina el Título 42?
El Título 42 basado en una ley del año 1944, indica que el país dejaría de alentar las peticiones de asilo en frontera para evitar el ingreso de personas que pudieran propagar los casos de coronavirus durante la pandemia.
Bajo esta norma que instaló Donald Trump en 2020, los migrantes que no podían pedir asilo podían ser expulsados inmediatamente.
Conforme se ha ido reduciendo los peligros relacionados con la pandemia también se han aperturado las opciones para las personas que huyen de sus países inmersos en crisis políticas, sociales y económicas, principalmente.
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Estados luchan por limitar asilos en frontera
Al menos 22 estados luchan en los tribunales por preservar la política. Luisiana, Arizona y Missouri entablaron una demanda en el tribunal federal de Lafayette, Luisiana. Otros 18 estados se sumaron a la demanda posteriormente.
Mientras tanto, el estado de Texas interpuso el viernes su propia impugnación a la finalización de la norma ante un tribunal federal de Victoria. El caso no había sido asignado a un juez para el viernes por la tarde.
El argumento que presentan los estados es que consideran una "aplicación prematura" del fin de la norma. Alegan que el país no está listo para la llegada de migrantes en masa, lo cual generará presiones sobre los servicios públicos y las economías locales.
Desde el otro extremo los defensores de los solicitantes de asilo respaldan el fin de la norma. Dicen que ésta pone en riesgo a la gente que huye de persecuciones en sus países e infringe el derecho a solicitar protección de conformidad con las leyes estadounidenses y los tratados internacionales.
Bajo el amparo de la norma se ha expulsado a migrantes más de 1,8 millones de veces.