Saltarnos el desayuno es un nuevo hábito que suele aparecer en algunas familias actuales. Bien sea por falta de tiempo en las mañanas o por la creencia de que así evitamos ganar peso. La realidad es que el desayuno al ser la primera comida del día es fundamental para el desempeño funcional de nuestras actividades.
En las mañanas necesitamos ingerir alimentos que aportan energía. De lo contrario estaremos fatigados, lo que además afecta la concentración y el humor. En ese sentido, uno de los beneficios más resaltantes del desayuno está el hecho de que tendremos un funcionamiento óptimo.
Esta comida proporciona además un rendimiento físico y mental efectivos. Sea cual sea nuestra actividad primordial seremos capaces de ser productivos en la escuela, el trabajo o el hogar.
Otro beneficio se asocia con los niños y adolescentes, a quienes un buen desayuno les ayuda positivamente en su desarrollo y crecimiento.
Mitos del desayuno
¿Si dejo de comer el desayuno podré rebajar? La idea de saltarse una comida nos lleva a pensar que consumir menos calorías ayuda a perder peso. Siendo así, ¿eliminar el desayuno puede ser una solución?. No necesariamente.
No obstante, debemos recordar que el organismo requiere de un consumo mínimo de calorías. Para lograr cubrir esas necesidades dividimos la ingesta en tres comidas y meriendas. Consumir menos nutrientes de lo que el cuerpo demanda ocasiona efectos perjudiciales en el organismo.
Si su anhelo es mantener un peso ideal lo mejor es comer menos y hacer ejercicios en lugar de saltarse comidas.
Alimentos que no pueden faltar
Es importante conocer los nutrientes que ganamos de cada grupo alimenticio para armar un menú saludable. Así, descubriremos que en los alimentos que solemos ingerir en las mañanas está un alto porcentaje calórico necesario para funcionar.
En general el desayuno debe aportar alrededor de 400 calorías. Esta ingesta calórica requiere provenir de diferentes fuentes.
Carbohidratos:
- Pan, galletas de soda, cereales integrales o avena.
- Este grupo de alimentos es el encargado de activar la energía en su cuerpo, por lo que no puede quitarlo de su lista.
Proteínas:
- Huevo, jamón de pavo, queso. Los lácteos (leche o yogurt) descremado o semidescremado o vegetal como la leche de soja o almendras suele ser fundamental.
- Para complementar el desayuno se puede consumir una fruta a media mañana como merienda.
Conozca sus necesidades
Los nutrientes del desayuno, y en el resto de las comidas, se relacionan con las necesidades individuales de cada persona. Sin embargo, en la actualidad recurrimos a fuentes no oficiales de información que podrían llevarnos a tomar decisiones de salud no adecuadas.
Es por ello que confiar en los especialistas es la manera más eficiente de alimentarnos. Una visita a un nutricionista, endocrinólogo o dietista podrá guiarlo en la dieta que se ajuste a su organismo.
Un caso particular es el de quienes están afectados por alguna enfermedad, como la diabetes. En esos casos el desayuno se tiene que alinear a esa condición. Su nutricionista podría sugerirle, por ejemplo, cereales no azucarados, así como porciones específicas de cada grupo de alimentos.
Recuerde, no deje pasar la primera comida del día, es la más importante y necesaria para mantener su bienestar durante todo el día.