Hay quienes se preguntan en qué consiste una dieta vegana saludable pues existen muchos mitos con respecto a este tipo de alimentación. Una dieta vegana no solo es saludable sino que ayuda a prevenir muchas enfermedades. Además hay estudios que comprueban que esta dieta ayuda mantener un buen sistema inmune.
Muchos expertos en salud defienden a la dieta basada en plantas y alimentos integrales ya que ayuda a prevenir enfermedades cardíacas, diabetes tipo 2, obesidad, hipertensión y algunos tipos de cáncer. Por otro lado, la dieta típica occidental suele ser rica en carne, huevos y lácteos y baja en frutas, verduras y granos integrales.
Una alimentación a base de vegetales, frutas y semillas reduce el riesgo de desarrollar cardiopatías, diabetes tipo 2 y algunos tipos de cáncer. Las personas veganas, generalmente, tienen niveles de colesterol y presión arterial más baja y son más delgados que los omnívoros según datos de Million Dollar Vegan.
“Una dieta basada en plantas es una herramienta poderosa para prevenir, controlar e incluso revertir la diabetes tipo 2”, asegura el Dr. Neal Barnard, Profesor de Medicina en la Escuela de Medicina y Universidad de George Washington en Washington, D.C.
¿En qué consiste una dieta vegana?
En una dieta vegana es importante el consumo de alimentos 100% naturales, con una gran cantidad de granos, frutas y verduras. Se deben evitar cualquier alimento de origen natural. Es posible obtener todos los nutrientes llevando una dieta vegana, pero sin comer productos de origen animal, según información de Million Dollar Vegan.
Sigue estos consejos para llevar una dieta vegana de manera saludable.
Aumenta el consumo de alimentos integrales
- Frutas: bayas, cítricos, peras, duraznos, piña, plátanos, manzanas, aguacates, etc.
- Verduras: col rizada, espinacas, jitomates, brócoli, coliflor, zanahorias, espárragos, pimientos, etc.
- Vegetales con almidón: papa, camote, calabaza, etc.
- Granos integrales: arroz integral, avena,, farro, quinoa, pasta de arroz integral, cebada, pan integral, etc.
- Legumbres: chícharos, garbanzos, lentejas, maní, frijoles negros, etc.
- Nueces y semillas: almendras, nueces, semillas de calabaza, semillas de girasol, mantequilla de cacahuate natural, tahini, etc.
- Leches vegetales: leche de coco, leche de almendras, leche de soya, leche de avena, leche de arroz.
- Especias y hierbas: albahaca, romero, cúrcuma, curry, pimienta negra, ajo, pimentón, etc.
- Condimentos: salsa, mostaza, levadura nutricional, salsa de soya, vinagre, jugo de limón, etc.
- Proteínas de origen vegetal: tofu, tempeh, fuentes de proteínas de origen vegetal o proteínas en polvo de origen vegetal sin azúcar añadida ni ingredientes artificiales.
Trata de evitar estos alimentos
- Comida rápida: papas fritas, hamburguesas, pizzas, hot dogs, nuggets de pollo, etc.
- Azúcares y dulces: azúcar de mesa, refrescos, jugos, pasteles, galletas, dulces, refrescos, jugos, cereales azucarados, etc.
- Granos refinados: arroz blanco, pasta blanca, pan blanco, etc.
- Comida procesada: galletas saladas, barras de cereales, cenas congeladas, etc.
- Colorantes artificiales
- Productos de origen animal: carnes (cerdo, res, pollo, pescado, etc.), huevos, lácteos (leche, queso, crema, yogurt, suero etc.), miel, gelatina, grenetina y caseína.