¿Creía usted que lo había visto todo? Resulta que no.
Un grupo de farmacéuticos de la Universidad de Texas que se encuentra ubicada en Austin al mando de la doctora en farmacología, María Croyle, desarrollaron una vacuna que se puede ingerir como caramelo, según la revista The Conversation.
La pelicular forma de la vacuna sería un adelanto que evitaría que las vacunas tengan que inyectarse a través de una aguja como se ha hecho por lo general.
Esta innovación médica ocurre en medio de la pandemia de COVID-19 que debido a su rápido contagio ha arrebatado cerca de 189,000 vidas en Estados Unidos.
La doctora contó a la revista que este nuevo tipo de vacuna tiene como principal ventaja que es sencilla de fabricar. Esto se suma a que no tan solo es poco costosa, sino que se puede conservar a temperatura ambiente.
En entrevista con la revista científica, la doctora mencionó que la vacuna en forma de caramelo la fabricó utilizando como inspiración el ámbar – una resina fosilizada de origen vegetal que se caracteriza porque puede conservar ADN millones de años.
Sin embargo, crear la vacuna no fue sencillo. Croyle relató que, a pesar de la iniciativa haberse puesto en marcha en 2007, no fue hasta el 2020 que la culminó. En ese momento el objetivo era que se probara con distintos compuestos de azúcares y sales para determinar cómo lograr que el virus no muriera una vez entrara en contacto con dichos compuestos químicos.
Luego de más de 450 pruebas llevadas a cabo con distintos compuestos químicos, obtuvieron una vacuna capaz de preservar el virus incluso después de entrar en contacto con distintas sustancias.
Debido a que se probó de manera exitosa, se espera que pronto comience a comercializarse. La doctora adelantó que podrá utilizarse para combatir enfermedades como la gripe o el sarampión.
Para redactar esta nota se utilizó información de la revista The Conversation.