Si tienes dolor de estómago de manera constante puede ser que sufras de colon irritable.
El síndrome de colón irritable o IBS un trastorno funcional ya que el colon no funciona como debe. Es causado por una respuesta exagerada del intestino, en forma de contracciones o espasmos, a diferentes estímulos.
Las contracciones pueden causar calambres, diarrea y/o estreñimiento. Este trastorno digestivo está asociado a alteraciones emocionales como el estrés, factores psicológicos como depresión y ansiedad, así como la respuesta a algunos alimentos, los cuales pueden causar o empeorar los síntomas, según MedlinePlus.
Aunque el síndrome de colon irritable es no es una condición grave puede provocar grandes molestias a quien la padece. Con cambios pertinentes en la forma de vida y alimentación, los síntomas pueden desaparecer en unas pocas semanas.
Síntomas de colon irritable
Los síntomas de este síndrome son molestias en el colon como calambres tipo cólico, distensión abdominal (más del lado izquierdo), sensación de pesadez, hinchazón, gas, mucosidad en la materia fecal y problemas de diarrea y estreñimiento.
La diarrea, el estreñimiento, los retortijones y gases son síntomas del síndrome del colón irritable. Las heces con sangre no son un síntoma. Este puede ser de cáncer del colon o del recto. Si esto sucede, debes de acudir a tu médico de inmediato.
Es más común en mujeres que en hombres
El síndrome de colón irritable afecta a una de cada cinco personas y se estima que la mayor parte de quienes lo padecen son mujeres. La persona puede comenzar a mostrar síntomas durante la adolescencia o en la edad adulta.
No existe cura pero se pueden controlar los síntomas por medio de una dieta adecuada, el correcto manejo del estrés y el consumo de ciertos medicamentos antiespamódicos para aliviar el dolor y mejorar el movimiento del intestino.
Ayuda a reducir los síntomas
Hay cambios en estilo de vida que favorecen la reducción de los síntomas de colon irritable:
- Existe alimentos que pueden provocar inflamación en el intestino. Observa si al consumirlos tienes síntomas adversos y elimínalos por un tiempo de tu dieta.
- Tomar más agua
- Aumentar el consumo de fibra (los cereales integrales, las leguminosas, las frutas y verduras son excelentes fuentes de fibra).
- Reducir la cantidad de grasas en la dieta diaria y aumentar el consumo de proteínas.
- Comer despacio y masticar bien ayuda a un correcto funcionamiento del aparato digestivo.
- Realizar ejercicio habitual puede ayudar a los movimientos intestinales.
- Aprender métodos de relajación para reducir el estrés en tu vida.
- En caso de estrés grave, los tranquilizantes o antidepresivos pueden ayudar a reducirlo, así como combatir la ansiedad y la depresión.