Eliminar algunos placeres provocan secuelas en el cuerpo y la salud, como cuando dejas de tener relaciones sexuales por un tiempo.
El sexo es saludable y esto no debe ser un tabú pues tu cuerpo grita y reacciona ante las necesidades fisiológicas. Diversos estudios avalan esta afirmación y dicen cómo abandonar las relaciones sexuales por más de un mes se puede notar.
¿Qué pasa cuando dejas de tener relaciones?
1.- Se debilita el sistema inmunológico, es decir, te puedes enfermar más.
Investigadores encontraron en un estudio que la falta de actividad sexual reduce los niveles de inmunoglobulinaA, anticuerpos que defienden el organismo de virus, bacterias y hongos.
Otro hecho es que las relaciones íntimas liberan endorfinas que apoyan la protección contra enfermedades como resfriados o gripes.
2.- Más tristeza; menos felicidad.
La falta de afecto, caricias, besos, abrazos y también de orgasmos disminuyen la secreción de hormonas como la oxitocina, dopamina y serotonina. Esto se traduce en una reducción de las sensaciones de bienestar, autoestima, placer y calma, en conclusión, se interrumpe la felicidad.
3.- Aumentan los niveles de estrés y ansiedad.
La falta de felicidad conlleva a un aumento del nivel de estrés, depresión y ansiedad. De hecho, un estudio avaló que las personas que tienen más relaciones sexuales sufren menos de estrés y presión arterial elevada.
Una de las causas es que hacer el amor libera hormonas como oxitocina y endorfinas en el cuerpo que ayudan a reducir los niveles de ansiedad o de estrés. En contraparte, la tensión provoca un aumento de la presión sanguínea y del cortisol, hormona que aumenta el nivel de azúcar en la sangre y además suprime el sistema inmunológico, entre otros efectos negativos.
4.- Crea propensión a subir de peso.
La abstinencia sexual hace que te pierdas la oportunidad de quemar unas cuantas calorías. Y es que en efecto hacer el amor es tan saludable como hacer ejercicio.
Te puede interesar: ¿Cuántas calorías se pierden al hacer el amor?
5.- Se acelera el envejecimiento.
Un estudio reveló que la experiencia sexual restaura el deterioro relacionado con la edad. De la misma manera el sexo regular parece estar relacionado con una mejor memoria, lo que explica que a partir de los 50 años -cuando algunas personas reducen la frecuencia de sus relaciones- comienzan a revelar síntomas de enfermedades mentales.
6.- Se debilita el corazón y sube la presión arterial.
Como consecuencia del aumento de la presión arterial aparecen los problemas cardiovasculares cuando se reduce el sexo. Por otro lado, se afecta el equilibrio en los niveles de estrógenos y de progesterona que pueden disminuir el riesgo de cardiopatía.
7.- El cabello y la piel pierden el brillo
La actividad sexual libera estrógenos que aumentan el brillo natural del cabello y la piel. Incluso, es posible que haya un aumento de acné en rostro, espalda y hombros.
Te puede interesar: ¿Cómo eliminar el acné usando agua de arroz?
8.- Comienzan los problemas para dormir.
La falta de orgasmos reduce los niveles de oxitocina, y es esa hormona la encargada de inducir el sueño. Sí, esa es la explicación de por qué tras las relaciones sexuales el cuerpo se relaja y ayuda a conciliar mejor el sueño.
9.- Se pierde el apetito sexual, conocido como líbido.
Cuando no hay sexo se produce una falta de dopamina, hormona encargada de activar el deseo sexual y de producir placer. Así que el cuerpo se adapta y cuando dejas de tener relaciones se acostumbra y se regula, lo que reduce el deseo de tener algo que no recibe.
En el caso de los hombres una investigación sugirió también que la actividad sexual frecuente los protege de la disfunción eréctil, por lo que la falta de ella los haría más propensos a padecerla.
Además de estos problemas cuando quieras retomar las relaciones sexuales prepárate para que sean dolorosas. La buena noticia es que con el aumento de la frecuencia y las relaciones sanas desaparecerán los problemas y vivirás la plenitud del sexo y el romanticismo.