Fiscal general, Jeff Sessions, citó la biblia para justificar la práctica del gobierno de arrebatar a niños de las familias inmigrantes en la frontera. Analicemos el peso de ese argumento.
¿Cuál es una de las peores pesadillas que puede sufrir un padre? Que le arrebaten a la fuerza a sus niños, sin que tenga la certeza de que estarán bien o si lo volverá a ver. Este es un acto eminentemente cruel, y está siendo usado de forma deliberada por el gobierno de Donald Trump como una herramienta política para desmotivar la llegada de inmigrantes. Esta no es una interpretación gratuita, varios oficiales de gobierno, incluido Sessions, lo han confirmado.
El gobierno comenzó a recibir una lluvia de críticas de parte de sus propios aliados. La ONU, empresarios, legisladores republicanos, y líderes religiosos como el reverendo Franklin Grahan han cuestionado esta práctica. Frente a esto, el 14 de junio Sessions dijo: “Les citaría al apóstol Pablo y su claro y sabio mandato en Romanos 13, de obedecer las leyes del gobierno porque Dios las ha dictado con el propósito de ordenar”.
Para analizar el argumento de Sessions debemos tomar en cuenta un contexto legal, histórico y teológico.
Contexto legal
La biblia enseña a los creyentes la obligación de observar las leyes civiles como un testimonio de buen carácter moral. ¿Pero qué sucede cuando el gobierno impone leyes que se oponen a los principios divinos? Bajo la perspectiva bíblica, la ley moral (la ley de Dios) está por encima de las leyes civiles.
“Respondiendo Pedro y los apóstoles, dijeron: Es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres”. Hechos 5:29.
Contexto histórico
En la biblia existen múltiples pasajes en donde fieles hijos de Dios abiertamente desafiaron órdenes de las autoridades civiles, veamos algunos ejemplos:
Las parteras desobedecieron a Faraón (Éxodo 1:17), Rahab no acató la orden del rey de Jericó (Josué 2), el pueblo se resistió a la orden del rey Saúl y salvaron a Jonatán (1 Samuel 14:45), Abdías escondió profetas pese al decreto de la reina Jezabel (1 Reyes 18), los jóvenes judíos se niegan a comer de la mesa real (Daniel 1); Sadrac, Mesac y Abed-nego no acatan la orden del rey de Babilonia (Daniel 3); el profeta Daniel abiertamente desafía una ley Medo-Persa (Daniel 6), los apóstoles Pedro y Juan se niegan a obedecer a las autoridades civiles (Hechos 4:19-20), entre otros.
Adicionalmente, considere que atrocidades como la esclavitud, el holocausto judío, o la segregación racial fueron perfectamente legales, pero fueron repudiadas por fieles hijos de Dios.
Contexto teológico
El uso de pasajes bíblicos fuera de contexto es inaceptable. Ya que Sessions citó a Romanos 13:1 para justificar un acto cruel, le invitamos a que lea Romanos 13:10:
“El amor no hace mal al prójimo; así que el cumplimiento de la Ley es el amor”.
La unidad familiar es un tema prevalente desde Génesis (con Adán y Eva), hasta Apocalipsis (al simbolizar la unión entre Cristo y la Iglesia). El amor al extranjero es otro tema recurrente, de hecho será uno de los parámetros a ser considerados el Día del Juicio “porque tuve hambre y me disteis de comer; tuve sed y me disteis de beber; fui forastero y me recogisteis” Mateo 25:35. Irse en contra de estos principios es alejarse de las enseñanzas bíblicas.
El poderoso mensaje de amor y misericordia enseñado por Jesús ha atraído a millones de almas al pie de la cruz del calvario. Pero usar la palabra de Dios para justificar un acto de abierta crueldad, lejos de atraer a las multitudes, alejará a las personas del verdadero evangelio.