Los papás de un niño de 8 años fueron acusados de matar a su hijo, a quien habrían sacado de un centro de aprendizaje y quien pesaba solo 31 libras cuando murió, de acuerdo con los registros.
La mamá dijo a la policía de Michigan que su hijo tenía autismo severo y que no comía ni bebía bien y que había ido decayendo hasta su muerte.
La pareja, identificada como Mia y Brian Morrow, dijeron que el menor tenía problemas respiratorios que lo llevaron a su muerte el 2 de mayo, en su casa.
Según los registros, Mia y Brian esperaron un día para contarle a alguien sobre la muerte de su hijo y fue la abuela del menor quien terminó contactando al 911.
Mia habría dicho que no quería soltar a su hijo y Brian señaló que quería que Mia pasara tiempo con él, por lo que no llamaron a las autoridades.
Cuando la policía llegó encontró al menor de 8 años sin vida en el sofá.
Una hija de Brian, quien vivía con ellos, dijo a la policía que el niño generalmente estaba en una habitación y que Brian y Mia no querían lidiar con él porque "olía a orina".
Los papás, acusados de matar a su hijo de 8 años, quien pesaba 31 libras, están acusados también de poseer metanfetamina y otra sustancia psicodélica y habrían dado positivo a metanfetamina el día después de la muerte de su hijo.