Un estudio federal sin precedentes muestra la realidad sobre los internados que durante más de un siglo intentaron integrar a los niños indígenas estadounidenses a la sociedad blanca conduciéndolos a la muerte.
Al momento se han identificado más de 500 muertes de estudiantes en estos institutos. Aunque los funcionarios esperan que la cifra aumente de manera exponencial a medida que continúa la investigación.
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El reporte difundido esta semana por el Departamento del Interior aumenta a más de 400 el número de escuelas que estableció o respaldó el gobierno estadounidense, comenzando a principios del siglo XIX y continuando en algunos casos hasta finales de la década de 1960. La agencia identificó los decesos en los registros de unas 20 escuelas.
En los internados para indígenas estadounidenses los niños eran separados de sus familias. Se les prohibía hablar sus idiomas y a menudo sufrían maltratos.
Muchos niños nunca volvieron a casa. Y el Departamento del Interior dijo que con mayor investigación la cifra de muertes conocidas de estudiantes podría llegar a miles o decenas de miles. Entre las causas de fallecimiento se incluyen enfermedades, lesiones accidentales y maltratos.
"Cada uno de esos niños es un familiar desaparecido, una persona que no pudo vivir su propósito en este planeta porque perdieron la vida como parte de este terrible sistema", dijo la secretaria del Interior, Deb Haaland, cuyos abuelos paternos fueron enviados a un internado durante varios años.
En una conferencia de prensa el miércoles, Haaland contuvo las lágrimas al describir cómo la era de los internados perpetuó la pobreza, los trastornos mentales, el abuso de sustancias y las muertes prematuras en las comunidades indígenas.
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Investigan muertes en los internados y lugares de entierro
La agencia examina miles de cajas que contienen más de 98 millones de páginas de registros. En este proceso ayudan muchos indígenas que han tenido que lidiar con su propio trauma y dolor. Contabilizar el número de fallecimientos será complicado debido a que no siempre se guardaron registros.
Un segundo volumen del reporte incluirá los lugares de entierro. También la inversión financiera del gobierno federal en las escuelas. Así como el impacto de las escuelas de internado en las comunidades indígenas, indicó el Departamento del Interior.
Hasta el momento se han identificado al menos 53 lugares de entierro dentro o cerca de los internados, y no todos ellos tienen tumbas marcadas.
Los líderes tribales presionan a la agencia para asegurarse de que se le brinde cuidado apropiado a los restos de los niños. En el mejor de los casos piden que los devuelvan a sus tribus si así lo desean. No obstante, para evitar que los perturben no se revelará públicamente la ubicación de estos entierros, dijo Bryan Newland, el subsecretario de Asuntos Indígenas del Departamento del Interior.