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La experiencia de ser padre implica siempre una profunda preocupación, pero particularmente más cuando se sospecha que un hijo comenzó a experimentar el alcohol.

Para algunos padres, la sospecha comienza con la desaparición de su alcohol en el hogar.

O también cuando los menores regresan a casa y se dirigen directamente a su dormitorio, cuando su embriaguez es obvia.

Pero contrario a lo que pudiera ser una decepción, parece que para muchos padres es mejor introducir a sus hijos adolescentes al alcohol.

Según una nueva encuesta, en Carolina del Norte los padres ven mejor la posibilidad de ser ellos quienes los guíen a descubrir ese mundo.

Padres no se asustan con ver a sus hijos beber

La encuesta fue realizada por Alcohol.org y aplicada a 3,090 padres.

En ella se reveló que 1 de cada 10 padres de Carolina del Norte —el 10 %— creen que la edad legal para beber debería reducirse de 21 años.

También se reveló que el padre promedio permitiría que su hijo tuviera su primera bebida alcohólica a la edad de 19 años, tres años por debajo de la edad.

La Ley Nacional de Edad Mínima para Beber se implementó en todo el país hace años.

Esto, luego de un gran aumento en los accidentes automovilísticos inducidos por el alcohol en la década de 1970.

A pesar de la promulgación de la ley, según los NIH, los jóvenes de entre 12 y 20 años consumen una décima parte —el 11 %— de todo el alcohol en Estados Unidos.

Muchos padres han llegado a la conclusión de que desempeñar un papel activo en la educación sobre el alcohol de sus hijos fomentará un consumo más responsable en el futuro.

Abuso en consumo de alcohol, un problema

“El abuso de alcohol supera con creces a los cigarrillos y la marihuana entre los adolescentes”.

Así lo dijo Denise Dunn, directora ejecutiva del Centro de Tratamiento Desert Hope y portavoz de Alcohol.org.

“Ha sido un problema grave de salud pública durante más de una década”, comentó según un comunicado.

“Las agresiones, los accidentes automovilísticos e incluso el daño cerebral pueden ocurrir en los bebedores menores de edad”, insistió.

“El alcohol no solo es dañino para el cerebro en desarrollo”, abundó.

Según la directora, hay investigaciones que muestran que existe un vínculo entre beber a una edad temprana y la correlación del trastorno por consumo de alcohol.

“Desafortunadamente, el alcohol se puede conseguir fácilmente”, comentó.

¿Problema cultural?

En países como Francia, la edad legal para beber es de 18 años.

A menudo, los niños beben alcohol con sus padres a una edad aún más temprana.

Por lo que el consumo excesivo de alcohol en el futuro es menos probable, ya que el consumo moderado es parte de la cultura.

Por otro lado, la investigación también muestra que el cerebro continúa desarrollándose hasta que las personas tienen más de 20 años.

El alcohol puede afectar negativamente este desarrollo, causando potencialmente problemas cognitivos y dejando al individuo más propenso a la dependencia del alcohol.

Desglosados ​​en todo el país, los padres de Virginia Occidental están más a favor de reducir la edad legal para beber con un 40 % de acuerdo.

Comparativamente, los de Indiana parecen más conservadores con menos de 1 de cada 10 (un 8 %) a favor.