José Canaca Bonilla tenía cuatro años trabajando en distintos proyectos de construcción en Charlotte. Confiaba que algún día reuniría lo suficiente para cumplir su sueño de convertirse en Chef. Con esta y otras metas en mente, el joven fue el 2 de enero de 2023 a su trabajo, pero antes de culminar la jornada, una tragedia acabó con su vida.
Este lunes 9 de enero fue sepultado en el cementerio Sunset Memory Gardens de Charlotte. El domingo fue su sepelio, donde participaron familiares y miembros de la comunidad evangélica en la Iglesia El Siloe. Junto con recordar al joven, sus familiares aprovecharon la oportunidad para enviar un mensaje de reflexión: “los trabajadores necesitan ser protegidos”.
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“Le pasó algo a Josecito”
José Canaca Bonilla tenía más de 10 años trabajando. Trabajar era el ejemplo que tuvo de sus padres y de sus familiares. Sabía que esta era la forma de conseguir las cosas. El 2 de enero salió temprano de su casa para ir a un proyecto de construcción en el centro de Charlotte (Carolina del Norte). A las 9:00 a.m. él y otros empleados se encontraban en un andamio cuando este se derrumbó.
Los trabajadores se encontraban a más de 20 metros de altura cuando ocurrió esta tragedia. José, al igual que dos de sus compañeros, fallecieron en la caída.
“Yo iba rumbo a mi trabajo cuando me llamó mi hermano y me dijo que pasó un accidente en donde trabajaba Josecito. Le pregunté si estaba bien y mi hermano hizo una pausa. En ese momento pensé ‘Esto no es bueno’. El silencio de mi hermano me hizo entender que le pasó algo a Josecito. Luego me dijo que Josecito fue uno de ellos. Creemos que él falleció. Fue uno de ellos”, recuerda Jorge Bonilla, tío de José Canaca.
Jorge comenta que desde ese día su hermana, sobrina y cuñado no han sido los mismos. La pérdida del joven solo ha causado una enorme tristeza en los familiares y allegados del joven, tanto en Estados Unidos como en Honduras, de donde es oriunda la familia.
“Mi hermana ha estado llorando inconsolablemente y mi cuñado, su padrastro, está deshecho. Para él, José es su hijo porque ha estado con él todo el tiempo. Y veo cómo se siente más triste porque fue él quien le consiguió el trabajo a mi sobrino, pero nosotros tenemos entendido que esta es la primera vez que sucede algo así”, agregó Jorge.
A través de GoFundMe, Iris Bonilla, madre del joven, inició una campaña para cubrir los gastos funerarios. “Lamentablemente, nunca estamos preparados para estas noticias, como madre no queremos ver partir a nuestros hijos y deseamos lo mejor para ellos, pero Dios en su misericordia tiene otros planes y solamente en él podemos encontrar la fuerza en estos momentos”, publicó la progenitora, quien también pidió oraciones por las otras familias afectadas.
José quería ser chef y trabajaba para lograrlo
Iris Bonilla se vino a Estados Unidos en 1999 con su bebé. Desde pequeño, José se acostumbró a ver a sus padres trabajar. Su papá fue soldado en Honduras y tuvo distintos trabajos en Charlotte hasta que falleció debido a problemas cardíacos. El joven solo tenía siete años cuando esto ocurrió.
“Me acuerdo de que él era un bebé que lo traía su mamá en sus brazos. Sus padres fueron trabajadores ejemplares y miembros de la iglesia de Dios. Eran cristianos. Primero vino José (Padre) y luego mandó a traer a mi hermana. Ella ha tenido muchos trabajos. En compañías que hacen productos de ferretería, trabajó limpiando hoteles y en sitios de comida rápida. José siempre vio este ejemplo”, recuerda el tío del joven.
Jorge recuerda a su sobrino como un joven muy trabajador y a quien le gustaba compartir con la familia. Además, tenía otras aficiones como el patinaje, los deportes, la pesca y la cocina. "Su sueño era ser chef".
“Su meta era ahorrar para ir a la escuela. A él le gustaba cocinar diferentes tipos de pasta y hasta hacía unos platillos sofisticados. De hecho, él fue al CPCC para tomar unas clases, porque realmente quería ser chef. Le gustaba mucho la cocina y antes de trabajar en construcción había trabajado como cocinero en varios restaurantes, incluso siendo un adolescente tuvo trabajos de medio tiempo en esto”, comentó Jorge a La Noticia.
Las tres mujeres en la vida de José
Jorge recuerda que su sobrino solía bromear sobre tener tres mujeres en su vida: Su novia Jennifer, su mamá Iris y su tía Charlotte.
“Él decía que mi esposa Charlotte era su chica número uno. Incluso nos daba risa lo que él le decía a su novia y les dejaba claro que mi esposa era la chica número uno en su vida. Su madre era la número 2 y su novia era la número 3. Recuerdo cómo nos reíamos mucho cuando él decía esto”, recordó el familiar.
Además de estas tres mujeres, una cuarta joven estuvo presente en el sepelio: su hermana. Juntas recordaron al joven y lo despidieron, al igual que otros familiares y allegados en la Iglesia El Siloe. El evento para honrar a José fue el domingo 8 de enero a las 7:00 p.m. y acudieron alrededor de 200 personas para presentar sus condolencias.
“José siempre fue muy pegado a la familia. Para él la familia era muy importante y recuerdo que una vez mi suegra empeoró de salud y era José quien se quedaba cuidando a la viejita. Ella siendo americana y sin hablar español preguntaba después por mi sobrino. De verdad, se ganaba el aprecio de la familia”, comentó Jorge.
“Los trabajadores necesitan ser protegidos”.
José Canaca Bonilla tenía experiencia con trabajos de construcción y manuales. Desde su adolescencia trabajó con su tío Jorge en su compañía de ensamblaje y reparación de aires acondicionados, electricidad, plomería y otros servicios. En el área de cimentación inició en el 2018. Esta fue su alternativa para ahorrar más rápido y algún día lograr certificarse como chef.
“Por lo general, nosotros, los latinos, trabajamos en construcción y nos desempeñamos mejor que en otra cosa. Pero luego nuestros hijos quieren seguir nuestro camino y trabajar en estos campos. De repente, si nosotros nos dedicamos a ser ingenieros, ser abogados o doctores, es posible que nuestra descendencia se dedicaran a los mismos”, lamentó Jorge.
Sobre las circunstancias que rodean el accidente donde falleció el joven, Jorge comentó: “Yo entiendo que la industria de construcción está falta de mano de obra, pero al mismo tiempo tenemos que ser conscientes, y ellos tienen que ser conscientes, de que es necesario proporcionar seguridad para los trabajadores, porque esto jamás tendría que haber pasado. Los trabajadores necesitan ser protegidos. Tiene que haber un sistema en el cual la prioridad del trabajador sea lo número uno. Lo que yo tengo entendido es que eso nunca hubiera pasado, que se derrumbe algo así muestra que las cosas no estaban bien instaladas. Algo tuvo que haber sucedido allí”.
“Esto es un poco para tomar consciencia y que las grandes compañías millonarias se interesen más por los trabajadores, porque el día de hoy fue mi hijo, pero otro día podría ser alguien más”, lamentó la mamá de José.
De acuerdo con el tío del joven fallecido, hasta este domingo, el personal de la compañía en la cual trabajaba José no se había comunicado con los familiares. No obstante, la familia cuenta con un representante legal, quien les comentó que al tratarse de un accidente laboral existe una responsabilidad por parte de la empresa en materia de compensación y para cubrir los gastos del funeral.