“Los inquilinos latinos son muy vulnerables a los arrendadores abusivos”, advirtieron activistas y abogados de Carolina del Norte, asegurando que miembros de esta comunidad prefieren abandonar sus hogares, antes que enfrentarse a las cortes frente a una carta de desalojo, sin saber, en muchos casos, que tienen derechos que los pueden proteger.
“Cuando aumentan el alquiler de las viviendas, y los inquilinos no tienen para pagarlo a tiempo, reciben una citación a la corte, se asustan y se van”, aseguró la organizadora comunitaria de Acción NC, Jessica Moreno,
No es la primera vez que esto ocurre, advierte el abogado de Legal Aid of NC, Isaac Sturgill, quien explicó que el “autodesalojo”, es la consecuencia del desconocimiento de los derechos de los inquilinos. Un fenómeno que ocurre desde hace años, se pausó durante la pandemia, pero hoy está volviendo con cifras alarmantes.
Con estas observaciones, tanto Jessica Moreno como Isaac Sturgill ofrecieron su disertación sobre “Derechos de los inquilinos y la legislación actual” en la cumbre de impacto de noticias locales o “2023 Local News Impact Summit” organizado por el Charlotte Journalism Collaborative (CJC) el 18 de mayo.
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Número de desalojos se volvió “alarmante” con el fin de la pandemia
El año pasado, las solicitudes de desalojo en los tribunales de reclamos menores aumentaron en al menos un 70 %, según datos de los tribunales civiles de Carolina del Norte.
En todo el estado, los tribunales vieron casi 149,000 casos de desalojo presentados en el 2022, una tasa de alrededor de 10.3 por cada 100 unidades de alquiler ocupadas.
“Durante la pandemia no hubo desalojos, pero ahora que todo regresó a la normalidad esto es alarmante. Previo a la pandemia, la cifra anual de desalojos (en Charlotte) era cerca de 30,000”, señaló el abogado Sturgill, quien estimó que durante el 2022, los casos de desalojos en la ciudad se ubicaron en 17,000.
“En el condado de Mecklenburg hay tres cortes que operan cinco días a la semana. Desde que se terminó la pandemia se están presentando miles de casos, entonces regresar a la normalidad no ha sido algo bueno, incluso cuando antes de la pandemia las cifras de desalojo en el condado era dos veces más alta que la media nacional, una cifra que es desproporcionada, especialmente cuando las víctimas son mujeres y familias con niños”, añadió.
Para el abogado, el problema en sí no es el desalojo, ya que este es solo un procedimiento legal, sino la causa de este aumento. Cerca del 95 % de los inquilinos que reciben una citación para presentarse en la corte y discutir sobre el desalojo, no se presentan, y cuando lo hacen (en el caso de los latinos) no llevan un intérprete para poder ofrecer sus argumentos o no llevan las evidencias necesarias, aseguró.
Un aviso de desalojo no significa que deba irse
Sturgill enfatizó que recibir un aviso de desalojo o una citación ante la corte, no significa que la persona esté en obligación de irse de la propiedad. Tampoco es legal que el dueño de la vivienda remueva a un inquilino o a sus pertenencias por su cuenta, ya que esto solo lo puede realizar un alguacil con una orden del juez.
“La forma en la cual funcionan los desalojos en Carolina del Norte, la única forma, es que hayan perdido un juicio en frente de un juez y que haya una orden de por medio que indique este proceso. Esto es algo que toma tiempo, pero muchos inquilinos no conocen estos procesos y creen que solo por no pagar a la fecha pueden ser desalojados al siguiente día y se van”, lamentó.
No presentarse en corte es la causa del desalojo
Explicó que la mayoría de los desalojos que ocurren en Carolina del Norte son por un “juicio por defecto” o “default judgment”, que es cuando se presentan los dueños de la propiedad, pero no los inquilinos de ella. Entonces el juez otorga la orden de desalojo “y es por eso que en la mayoría de los juicios los afectados son los inquilinos y no se debería terminar allí”.
En sus 10 años de experiencia trabajando con casos de desalojo para Legal Aid of NC, el abogado ha visto que en la mayoría de los casos, cuando estos inquilinos son latinos, muchas veces no se presentan porque no tienen un estatus legal y temen verse involucrado en un proceso judicial. Ante el miedo, optan por irse de la propiedad y se autodesalojan.
“Esto es algo que lo vemos todo el tiempo, las personas se autodesalojan, reciben una carta, se asustan y se van. Uno de los problemas es el desbalance del poder. Esto es algo que los inquilinos saben y perciben, entonces cuando ven la citación, asumen que por recibir ese documento inmediatamente se tienen que ir y ni siquiera conocen sus derechos”, agregó Jessica Moreno.
La organizadora comunitaria de Acción NC en los últimos años ha sido portavoz de muchos inquilinos provenientes de minorías, consideró que en Charlotte, la comunidad latina es una de las minorías a quienes les más afecta recibir una carta de citación a la corte.
“La mayoría de la comunidad latina, si ellos reciben una carta ‘amenazándolos’ de que deben irse de una propiedad, ellos se van. No esperan para ir a una corte, no quieren problemas, se van. Muchos de ellos no hablan el idioma, otros no tienen documentos o un estatus legal, son estas las minorías que más están sufriendo”, dijo.
“Los jueces saben que el 95 % de los inquilinos no va a llegar a la corte”
El abogado Isaac Sturgill explicó que el proceso legal de desalojo inicia con la presentación del caso ante la corte por parte del propietario de la vivienda, si se determina que el caso puede continuar, se envía una citación al inquilino para que presente sus argumentos. Algo que pocas veces ocurre.
“Cuando el arrendador empieza el proceso legal contra el inquilino, este continúa incluso aunque se desaloje. El proceso comienza con esta demanda. En ese momento se programa un juicio para dentro de siete días, pero la mayoría de las veces los inquilinos reciben esta notificación de demanda como 3 o 4 días antes de su juicio, por lo que realmente no tienen mucho tiempo para encontrar un abogado, en muchos casos no tienen tiempo para ausentarse del trabajo”, comentó.
Añadió:
“En los expedientes de las cortes de desalojo (en Mecklenburg) colocan como 100 casos por día, para cada una de las salas del tribunal (son tres) y atender esto es imposible, pero la razón por lo que lo hacen, es porque los jueces ya saben que el 95 % de los inquilinos no va a llegar a la corte”, indicó.
Si no se presentó en corte, apelar es una alternativa
El abogado explicó que incluso aunque se emita una orden de desalojo, la persona demandada (el inquilino) puede acudir ante el juez e introducir una apelación.
“Hay leyes en Carolina del Norte que protegen a los inquilinos, pero muchos de los inquilinos no las conocen y hemos escuchado hasta casos de inquilinos que se quejan por problemas de las viviendas y luego los propietarios toman represalias e inician procesos de desalojo. Esto se ha vuelto común… por eso es importante buscar asesoría legal”, agregó.
Actualmente, Sturgill trabaja en Legal Aid of NC, una firma de abogados sin fines de lucro que brinda servicios legales a personas de bajos ingresos para eliminar barreras y garantizar la igualdad de acceso a la justicia. Para más información sobre los servicios que ofrecen, visite el siguiente enlace.
Por su parte, la organizadora comunitaria Jessica Moreno manifestó la importancia de que haya más organizaciones y herramientas legales que equilibren el acceso a la justicia para que los inquilinos se presenten en la corte y, otra alternativa, es que los inquilinos trabajen juntos formando un sindicato para conseguir más soluciones a los problemas actuales de vivienda.
“Necesitamos regulaciones legales que protejan a los inquilinos, pero además otras opciones, porque esto va a seguir ocurriendo”, lamentó Moreno.