El presidente, Joe Biden, reafirmó este lunes su compromiso con los pueblos nativos del país al anunciar una serie de medidas de protección para ese sector de la nación.
La decisión del mandatario está enfocada en mejorar la seguridad pública y justicia en sus comunidades, que tienen el doble de delitos que el promedio nacional.
Biden también dijo que el gobierno seguirá con la prohibición de 20 años para impedir la la explotación de petróleo y gas en el Cañón Chaco, un antiguo patrimonio de los indígenas en el noroeste de Nuevo México.
'Tenemos que seguir defendiendo la dignidad y soberanía de las naciones tribales', dijo Biden desde la Casa Blanca.
El presidente celebró una cumbre virtual con las Naciones Tribales en la Casa Blanca, la primera desde el 2016.

Los pueblos nativos americanos sufrieron de manera desproporcionada el azote de la pandemia.
Sobre todo a los pueblos nativos de Alaska.
Bajo la nueva orden presidencial firmada por Biden, los departamentos de Justicia, Seguridad Nacional y del Interior se deben coordinar para ayudar a combatir el tráfico humano y crimen en tierras nativas.
También fortalecerán los programas de Alerta Amber y de capacitación nacional para agentes federales.
De igual forma se creará un nuevo puesto que servirá como un enlace personal entre familiares y defensores.
Los nativos americanos, y los pueblos originarios de Alaska, tienen más del doble de probabilidades de ser víctimas de un delito violento.
Además, las mujeres al menos dos veces más probabilidades de ser violadas o agredidas sexualmente en comparación con otras comunidades.
La protección del presidente Biden al Cañón Chaco y los pueblos nativos
Desde una perspectiva más cultural, el gobierno anunció una medida para proteger el Cañón Chaco.
El cañón está en un parque nacional al noroeste de Albuquerque, Nuevo México, y es un Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO.
Deb Haaland, secretaria del Interior, dijo que la Oficina de Administración de Tierras comenzará a analizar la posibilidad de un retiro de 20 años de tierras federales en un radio de 16 kilómetros (10 millas) del Parque Histórico Nacional de la cultura Chaco.
El objetivo es prohibir nuevas concesiones para explotar petróleo y gas, y desarrollar esas tierras.