El pasado mes de abril, autoridades de Georgia anunciaron el asesinato de la venezolana Rossana Delgado, quien se dedicaba a manejar un taxi en Uber.
Luego de investigaciones, las autoridades determinaron que Delgado fue desmembrada con una motosierra en una cabaña en el condado de Gilmer el pasado 19 de abril. Sus restos fueron depositados e incinerados en un contenedor para quemar basura.
El asesinato de Rossana, de 37 años, fue ordenado por Edwin Murillo, recluso con posibles vínculos con un cártel mexicano, que fue fue sentenciado a 25 años en la prisión de Calhoun, Georgia, y que habría sido traicionado por la taxista, según Univisión 34.
La muerte de Delgado desencadenó una investigación que arrojó el posible vínculo de más de una docena de personas con un grupo criminal.
Por su parte, los autores del homicidio detallaron el plan de secuestro y asesinato. Una vez que lo ejecutaron huyeron a México.
Tras una planeación de cuatro días, el pasado 16 de abril, Murillo ordenó a Carolina Jazmín Rodríguez y María Katherine Chávez reunirse con Rossana Delgado en una plaza de Chamblee. Con engaños, las mujeres la convencieron de ir al domicilio de Megan Colone, donde además de la mujer, estaba Mario Alberto Barbosa, quien la sometió esposándola.
Después ser trasladada a otro domicilio, el 19 de abril, Barbosa y Juan Ayala Rodríguez tomaron una camioneta blanca comprada por Colone en una concesionaria, -donde después adquirieron otro automóvil- y llevaron a Rossana a la cabaña -rentada en Airbnb por Colone bajo una falsa identidad- donde fue asesinada.
A la cabaña también asistieron Oscar Manuel García y Juan Antonio Vega, quienes ayudaron a desmembrar a Rossana Delgado. Al día siguiente la policía encontró los restos de la venezolana junto con otros instrumentos con los que fue torturada.
Otros involucrados que se sumaron Sean Maxwell, que hizo la reservación del hotel donde se resguardaron los implicados antes de escapar a México y Patrick James Harvard, quien habría instruido a Colone para poder desmantelar los automóviles involucrados.
Rodríguez, Ayala, Chávez, Vega y García fueron acusados de pertenecer a una organización criminal, secuestro, homicidio grave, ocultar la muerte de una persona, extracción de partes del cuerpo de una escena de crimen y agresión agravada.