La pandemia del COVID-19 evidenció la disparidad que existe para el tratamiento que reciben los pacientes latinos en el estado de Carolina del Norte.
La gran mayoría de los residentes de origen latino no cuentan con acceso a un tratamiento de COVID-19 que se promueve para prevenir la hospitalización y la muerte.
Los funcionarios del DHHS informaron que no todos los residentes tienen el mismo acceso a la terapia y que es probable que los pacientes latinos estén más desatendidos.
El director médico del programa estatal de Medicaid, Dra. Shannon Dowler, impartió una plática con otros profesionales médicos de alcance comunitario y gerentes de programas de salud.
Dowler explicó la importancia de los anticuerpos monoclonales, aunque estos no sustituyen a las vacunas COVID-19.
El tratamiento está disponible para personas mayores de 12 años y que tienen un alto riesgo de padecer una enfermedad grave. Se administra por vía intravenosa o por inyección.
El tratamiento debe comenzar dentro de los 10 días posteriores al inicio de los síntomas y se usa para personas que tienen síntomas de leves a moderados.
Se estima que aproximadamente el 25 % de la población del estado, alrededor de 2.6 millones de personas, utilizan el seguro médico del gobierno.
Dowler explicó que los pacientes latinos representan aproximadamente el 25 % de los beneficiarios, número inferior al de los pacientes blancos y afroamericanos.
"Es descaradamente atroz", explica la doctora Dowler sobre las diferencias entre los latinos y el resto para llegar al tratamiento de los anticuerpos monoclonales.
Cabe destacar que no todos los condados tienen proveedores que ofrecen el tratamiento, según un mapa del DHHS.
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