El presidente del país, Joe Biden, inició la primera de las tres cumbres que sostendrá en Europa con los aliados de Occidente respecto a la situación entre Rusia y Ucrania.
La cumbre es en Bruselas, Bélgica, sede de la Unión Europea y se da justo después de que la OTAN hiciera nueva advertencia.
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, pidió a la alianza reforzarse para 'responder a una nueva realidad de seguridad en Europa.'
Estas declaraciones de Stoltenberg se dieron en una cumbre de la OTAN para aumentar la presión al presidente de Rusia, Vladimir Putin.
'Nos unimos en la condena a la agresión no provocada del Kremlin y en nuestro apoyo a la soberanía y la integridad territorial ucraniana', dijo Stoltenberg.
Bruselas tendrá la cumbre de emergencia de la OTAN, una reunión del Grupo de los Siete países más industrializados y una cumbre de la Unión Europea.
El presidente Biden asistirá a las tres cumbres con sus aliados de Europa y luego ofrecerá una conferencia de prensa.

La capital de Bélgica sufrió cortes de circulación y muchos controles policiales para el paso de las caravanas de los mandatarios.
Uno de los objetivos principales de Biden es convencer a Europa para que haya más sanciones económicas contra Rusia.
Y es que, a pesar de que Europa ha hecho frente común con Washington ante Rusia, esa alianza es incierta debido al impacto económico creciente que está provocando la guerra.
De igual forma, el costo de reforzar el flanco oriental de la OTAN para hacer frente a Rusia terminará costando a los presupuestos de los países.
'Debemos hacer más, y por lo tanto debemos invertir más. Hay una nueva sensación de urgencia y cuento con que los líderes acordarán acelerar las inversiones en defensa', dijo Stoltenberg antes de la cumbre.
En las cumbres, Biden y los aliados tratarán la crisis energética de Europa
Uno de los temas principales será el de la crisis energética que está sufriendo Europa tras la guerra.
En concreto, España, Portugal, Italia y Grecia tienen la esperanza de obtener una respuesta coordinada de la alianza.
Por su parte, el canciller alemán, Olaf Scholz, ha rechazado las peticiones de boicotear los suministros energéticos rusos.
Scholz ha argumentado que de hacerlo provocaría un fuerte daño en la economía de Alemania.
El canciller, que está siendo presionando por grupos ambientalistas de Alemania para cortar la dependencia energética de Rusia, dijo que esto solo puede ser gradual.
'Hacerlo de un día para otro supondría sumir a nuestro país y a toda Europa en recesión', dijo Scholz el miércoles.