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La falta de acción a nivel federal ha obligado a la Cámara de Representantes y al Senado a tratar de elaborar un nuevo plan de alivio económico.(AP Foto/Andrew Harnik, File)

La llamada Ley CARES, fue el mayor paquete de alivio económico de la historia de Estados Unidos, para palear la crisis económica que el país sigue sintiendo a causa de la pandemia, inyectando 2.2 billones (trillón en inglés) de dólares a la economía. Sin embargo no fue suficiente.

Ante el implacable aumento del número de casos y muertes por coronavirus, el devastador ciclo de la enfermedad ha comenzado de nuevo, dejando al Congreso sin otra alternativa que aprobar más alivio económico. Los negocios siguen cerrados, las escuelas no pueden reanudar clases y están desapareciendo millones de empleos, justo en momentos en que la primera versión de la asistencia federal está a punto de expirar.

Sin un claro plan federal para derrotar a la pandemia, el Congreso regresa sin poder ver luz al final del túnel.

“Esta enfermedad no va a desaparecer como arte de magia”, declaró sombríamente el líder de la mayoría republicana en el Senado Mitch McConnell, en una visita a un hospital en su estado de Kentucky hace pocos días.

Alivio económico en debate

El lunes 20 de julio los legisladores regresan a Washington DC, para tratar de sacar al país del borde del precipicio en que se encuentra. Si bien la Casa Blanca ha optado por dejar a los gobiernos locales las decisiones de cómo aplicar las pruebas y las medidas de prevención.

La falta de acción a nivel federal ha obligado a la Cámara de Representantes y al Senado a tratar de elaborar un nuevo plan de alivio económico.

Es una tarea compleja y no necesariamente popular, pero la alternativa es peor. Los expertos prevén una crisis aun peor para cuando llegue el invierno.
El doctor Anthony Fauci, el máximo experto a nivel nacional en cuanto a enfermedades infecciosas, ha dicho que Estados Unidos necesita “reagruparse”.

No hay apoyo

Si bien McConnell prepara la presentación de su plan de más de un billón de dólares, reconoce que no encuentra apoyo unánime. Desde ya la Casa Blanca ha pedido modificaciones, los republicanos están divididos y las discrepancias con los demócratas podrían descarrilar la gestión entera.

La presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, ya ha logrado la aprobación de un paquete de 3 billones de dólares para aumentar las pruebas de diagnóstico, otorgar ayuda financiera y fijar normas sanitarias para la reapertura de escuelas, tiendas y oficinas.

En días recientes, Pelosi ha lamentado la radicalización del Partido Republicano, recordando que incluso en los días de Richard Nixon, “por lo menos ambos partidos compartíamos el compromiso hacia la gobernabilidad de nuestro país”.

Se agota el tiempo

La crisis se hace más aguda en vista de la proximidad de las elecciones en noviembre, especialmente en momentos en que Estados Unidos tiene más casos y fallecimientos por coronavirus que ningún otro país.

El 17 de julio, dos directivos de la Reserva Federal (el banco central estadounidense) exhortaron al gobierno a hacer más para enfrentar la pandemia.

“Se nos está agotando el tiempo”, advirtió Pelosi.

A inicios de marzo, cuando el Congreso apenas empezaba a debatir fondos de emergencia, había apenas unos pocos centenares de casos de coronavirus en el país. Para fines de ese mes, cuando el Congreso aprobó el alivio por 2.2 billones de dólares, había más de 100,000 casos y más de 2,000 decesos.

Esta nota fue elaborada con información de AP.

Periodista, editor, asesor, y presentador. De 2016 a 2019 el periodista más galardonado en Estados Unidos por los Premios José Martí. Autor del best seller: ¿Cómo leer a las personas? dbarahona@lanoticia.com