Tras la reunión entre el gobierno de Estados Unidos y Taiwán, China amenazó con tomar represalias contra la isla y en respuesta envió varias decenas de aviones de combate y 11 buques de guerra.
El despliegue de fuerza ocurrió después de que la presidenta taiwanesa Tsai Ing-wen visitó Estados Unidos y países de Centroamérica en una misión diplomática para afianzar las alianzas y dar un impulso al apoyo que recibe de la nación norteamericana. En representación estadounidense a la reunión en California asistió el presidente de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy. Luego, una delegación legislativa estadounidense también se encontró con Tsai el fin de semana en Taiwán luego de su regreso.
Las fuerzas armadas chinas habían anunciado previamente “patrullajes de preparación de combate” durante tres días en advertencia hacia Taiwán, una isla autónoma que Beijing reclama como suya.
China también tomó otras represalias
China respondió a la reunión con McCarthy imponiendo restricciones de viaje y sanciones financieras a los funcionarios relacionados con la visita de Tsai a Estados Unidos, así como con un incremento en su actividad militar.
Entre las 6 de la mañana del domingo y las 6 de la mañana del lunes se detectaron 70 aeronaves, y la mitad de ellas cruzó el punto medio del Estrecho de Taiwán, un límite no oficial que alguna vez fue aceptado tácitamente por ambas partes, de acuerdo con el Ministerio de Defensa Nacional de la isla. Entre las aeronaves que cruzaron el punto medio había ocho cazas J-16, cuatro cazas J-1, ocho cazas Su-30 y aviones de reconocimiento.
Entre viernes y sábado se detectaron ocho buques de guerra y 71 aviones cerca de Taiwán, según el ministerio de Defensa de la isla, el cual indicó en un comunicado que su postura ante la situación es “no agravar el conflicto y no provocar disputas”.
Con información de The Associated Press.