La primera vez que Yanerys Rivas escuchó su diagnóstico de cáncer de seno fue en inglés. La confusión propia de una noticia de esa magnitud, junto con el desconocimiento del idioma, agregaron una capa enorme de estrés a esta madre de tres niños. Hoy esta latina está saliendo adelante y esta experiencia la motivó a crear una organización para ayudar a mujeres con cáncer que hablen español.
Según el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) cada año son cerca de 264,000 las mujeres que contraen cáncer de seno. De estas, 42,000 mueren por la enfermedad.
De todos los tipos de cáncer, el de mama es el que es diagnosticado con mayor frecuencia en Estados Unidos. Aunque la mayoría de los casos corresponden a mujeres de más de 50 años de edad, esta enfermedad también afecta a las más jóvenes.
Los casos de jóvenes con cáncer de seno representan una minoría con relación a las pacientes que tienen 50 años o más. Sin embargo, para el 2019 el CDC informó que 11,669 mujeres menores de 39 años tenían esta enfermedad. El caso de Yanerys Rivas es uno de ellos.
Yanerys nació en República Dominicana y se mudó a Estados Unidos hace 17 años. En el 2016 llegó a Charlotte con su esposo. La pareja tiene tres hijos. Para ayudar a su familia, trabajaba como vendedora en una tienda de automóviles nuevos y usados.
En el 2017 sintió un bulto en el seno, pero como estaba amamantando al menor de sus hijos, ella pensó que podría ser leche materna encapsulada. En el 2018 le diagnosticaron cáncer de seno. Rivas asegura que en ese momento su pensamiento fue: “soy muy joven para tener cáncer”. El 2019, recuerda que fue un año de cirugías y tratamientos.
“Como todo cáncer, cuando uno escucha esa palabra es un poco fuerte y lo primero que viene a la mente es muerte, que si tus familiares, que si tus hijos, tu esposo, pero gracias a Dios tuve mucho valor, mucha fuerza, me mantuve muy positiva, nunca dudé en hacerme los procedimientos que tenía que hacerme y siempre agarrada de la mano de Dios”, dijo Rivas a La Noticia.
“Yo era muy joven”
Cuando le detectaron el cáncer, Yanerys tenía 39 años de edad y aún se encontraba amamantando a su bebé de dos años. “Fue una edad en la que incluso los médicos estaban confundidos porque yo era muy joven. Me hicieron muchos estudios para determinar si eso era hereditario o de dónde venía”.
Yanerys asegura que en su familia no hay antecedentes de cáncer. Ella fue la primera. Sin embargo, las repercusiones fueron para todos. A partir de ese momento, todos aprendieron a hacer frente a la enfermedad y a cambiar su estilo de vida.
“Yo exhorto a las mujeres a que tomen consciencia. No importa que sean jóvenes, que tengan 20, 30, 40 o 50 años. Hoy día el cáncer no tiene edad. Tampoco deben pensar que si en su familia no hay alguien con cáncer, eso significa que uno tampoco lo va a tener. Porque en mi familia nadie tenía cáncer”, dijo.
El tratamiento
Yanerys relata que todo el 2019 estuvo lleno de operaciones. “Fue un año difícil porque hay personas que se toman mucho más tiempo antes de realizarse este procedimiento. Pero yo decidí hacerme uno detrás de otro”.
El primer procedimiento fue una mastectomía, una cirugía que consiste en extirpar el tejido mamario para tratar el cáncer. Luego se le colocó un implante temporal. Meses después le extirparon el otro seno. Finalmente, fue sometida a un tratamiento de reconstrucción de las mamas.
“La aureola no me la pudieron conservar, porque el cáncer estaba arraigado en esa área y todavía hace como seis meses me hicieron la última reconstrucción”, explicó.
Durante este proceso, a Rivas le diagnosticaron cáncer de tiroides y le extirparon esta glándula. Actualmente, toma medicamentos para obtener las hormonas que antes eran producidas por este órgano.
Una vida diferente
Rivas asegura que su vida cambió drásticamente en muchos aspectos después del cáncer. “Mientras antes me preocupaba más por las cosas simples, hoy ya no. Ya no le doy importancia a cosas sin valor y sin sentido”, comentó.
“Emocionalmente uno cambia mucho. Uno se vuelve un poco más sensible. Cualquier cosa me hace sentir sensible, más rápido, pero junto con esto, soy más fuerte, más luchadora, más persistente”, agrega.
La joven dominicana señaló que hoy tiene una nueva alimentación y un nuevo ritmo de vida. Actualmente, se encuentra trabajando en proyectos que permitirán su desarrollo personal. “Ya yo no puedo tener un trabajo que sea tan tenso ni tan desgastante. Debo buscar algo que sea más suave y menos absorbente. Debo evitar el estrés, así que necesito algo más relajado. Tengo nuevos proyectos, nuevas cosas por querer hacer y todo lo quiero empezar a hacer ya”.
“El idioma te pone aún más nerviosa”
Yanerys recuerda todo lo sucedido y relata la impotencia que sintió al escuchar sobre la enfermedad en un idioma diferente al español.
“Es bien difícil que te den esta noticia cuando no tienes a toda tu familia aquí contigo y que ni siquiera la estás escuchando en tu idioma, que tú no puedas decirle algo como ‘Espérate, ¿por qué tú me estás diciendo eso a mí?’… En todas mis citas y hasta hoy, siempre mi esposo me acompaña. Él se maneja muy bien en el inglés y yo muy poco, pero en este tema que es tan delicado, uno quiere estar bien claro en todo, porque es una decisión bien difícil la que uno va a tomar”, dijo.
Durante las consultas, le explicaron que podría contar con un traductor. En varias oportunidades hizo uso de este servicio. Sin embargo, los segundos de espera se le hacían eternos.
“El idioma te pone aún más nerviosa y esto debió de ser muy difícil para mi esposo, tener que decirme mira, está pasando esto y aquello y tenemos que tomar una decisión”, lamentó.
Gracias a la prevención, hoy cuenta su historia
La experiencia de pasar por una situación de este tipo, se convirtió en el motor de Yanerys para apoyar a latinas en su lucha contra el cáncer. Y hoy, después de haber superado su lucha contra la enfermedad, aprovecha cada espacio que tiene para hablar sobre la vida después del cáncer y la importancia de la prevención.
En el mes de la lucha contra el cáncer de mama, el mensaje de Yanerys para las mujeres es: “La prevención es lo más importante y por eso hoy día yo estoy aquí y por eso puedo dar testimonio de que a tiempo todo tiene cura, a tiempo, si sientes lo que sea, lo más mínimo ve al médico. No tengas temor a todo tu procedimiento. Es lo más importante”.
En el mes de la lucha contra el cáncer de mama, Yanerys es una de las sobrevivientes que desafió lo desconocido para ganarle a una de las enfermedades más peligrosas del mundo. Su mensaje es que la edad o la falta de antecedentes familiares con cáncer no es una excusa para no realizarse un autoexamen o una mamografía.
Yanerys, al igual que otras latinas, forma parte del grupo Renacer creado por el Atrium Health, todas las semanas realizan actividades gratuitas y en español para sobrevivientes de cáncer y sus familias. Para conocer más sobre estas actividades, visita el siguiente enlace.